El Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Cádiz, dentro de su campaña especial estival ‘En verano todos sanos, di no al Covid19’, vuelve a hacer un año más un llamamiento para prevenir las conocidas como enfermedades zoonóticas, pues el verano suele ser una época del año especialmente sensible en lo que a la transmisión de este tipo de patologías se refiere. Es por eso que Colvet Cádiz, facilita dentro de su campaña una serie de pautas y recomendaciones para la población sobre cómo reducir dichos riesgos.
Las enfermedades zoonóticas son patologías de índole infecciosa transmitidas de modo natural desde los animales a los humanos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) especifica que el mayor riesgo de transmisión de las enfermedades zoonóticas tiene lugar en el interfaz de la interacción entre humanos y animales, ya sea con la exposición directa o indirecta a estos últimos, a sus productos alimenticios derivados o a su entorno.
ZOONOSIS MÁS COMUNES
Recientemente, Colvet Cádiz incidió en una de las zoonosis más comunes, la Leishmaniasis, pero igualmente existen otras que la institución vuelve a repasar para que la sociedad, especialmente los dueños de mascotas y los que conviven con animales, tengan en cuenta.
Toxoplasmosis: Pese a que el gato es su hospedador definitivo, puede transmitirse también por el consumo de verduras que no han sido correctamente lavadas. Si estas verduras han sido consumidas por otros hospedadores intermediarios, puede encontrarse el parásito en carnes también. La mejor forma de prevenirla es lavar correctamente las verduras y cocinar bien las carnes para eliminar los parásitos. Los efectos en los gatos de la toxoplasmosis son una leve apatía y diarrea. En el caso de los humanos, puede generar un cuadro agudo o crónico, que se manifiesta en forma de resfriado. Se recomienda especial precaución y prevención a las mujeres embarazadas, máxime si en su hogar hay gatos. Con todo, para los dueños de gatos es fundamental limpiar siempre con guantes de goma todos los utensilios utilizados por el felino, especialmente el arenero donde realiza sus deposiciones.
Leptospirosis: se trata de una enfermedad grave causada por la bacteria Leptospira. Frecuente en países tropicales y subtropicales, afecta al hígado y al riñón del animal infectado y sus síntomas son fiebre, pérdida de apetito e ictericia (coloración amarillenta de la piel y las mucosas debido al aumento de la concentración de la bilirrubina en la sangre). Los animales infectados eliminan el microorganismo por la orina contaminando suelos, aguas y vegetales, de manera que el contagio al ser humano se produce al entrar en contacto con estos elementos contaminados. La prevención se realiza por vacunación y el control higiénico del ambiente.
Campylobacteriosis: afecta a la zona intestinal y, de forma menos frecuente, a la circulación sanguínea. Entre los animales que llevan esta bacteria en su intestino se encuentran los cerdos, el ganado, los perros, los gatos, los pájaros y algunas aves de corral. Se transmite consumiendo alimento y agua contaminada. Provoca diarrea, fiebre y sangre en las heces, y la mayor parte de las personas se recuperan por sí mismas sin ayuda de fármacos. Las medidas preventivas son similares a las de los casos de salmonelosis.
Rabia: se contagia por mordedura o contacto directo de mucosas o heridas con la saliva del animal infectado. No existe tratamiento ni para los animales ni para el hombre, por lo que la mejor herramienta preventiva es la vacunación de la mascota. El cuadro clínico progresa rápidamente, el animal sufre trastornos del comportamiento debido a las alucinaciones, pérdida de apetito y finalmente queda paralítico. La muerte se produce en unos quince días.
Tiña: es una infección cutánea que causa un hongo y afecta a la piel tanto de los animales como de las personas, dándose en cualquier parte del cuerpo. Suele ser frecuente en perros y gatos que pasan mucho tiempo fuera de casa. El hecho de bañar con mucha frecuencia a las mascotas hace que sean más susceptibles a contraer la tiña, pues el baño elimina el sebo protector de la piel. Se contagia por contacto directo o indirecto con el animal afectado y causa alopecia, ya que los cabellos de las zonas infectadas se rompen y la zona se inflama. También son frecuentes las escamas y la caspa en la lesión. No existe ninguna vacuna eficaz para los animales, por lo que la mejor prevención consiste en extremar las medidas higiénicas.
MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Para prevenir este tipo de enfermedades, los veterinarios recuerdan los tres niveles de protección que se vienen estableciendo: proteger la salud humana, proteger la salud animal y cuidar el ambiente residencial y laboral habitual, y para ello relacionan una serie de pautas sencillas:
Mascotas sanas: Hay que mantener a los animales de compañía en estado de salud óptimo siempre llevando a rajatabla las indicaciones que proporciona el veterinario de cabecera en las revisiones y visitas periódicas.
Ante un animal desconocido y del que no se tienen garantías, evitar su contacto. Especialmente las embarazadas.
Si un animal está descansando o comiendo, evitar acercarse a él o molestarle.
Si se produce una mordedura o arañazo por parte de cualquier animal del que no se sepa sobre sus cuidados y estado de salud, consultar al profesional sanitario siempre.
Efectuar la retirada de deposiciones animales y la limpieza de sus hábitats de forma protegida y evitando el contacto directo, usando guantes.
Ante una mascota enferma, extremar las precauciones en su manejo, reduciendo el contacto con la misma al mínimo.
Y, por supuesto, ante cualquier duda, consultar siempre al veterinario.