La seguridad alimentaria es una de las patas fundamentales de la campaña de verano “en verano, todos sanos. Di no al COVID” del Ilustre Colegio de Veterinarios de Cádiz. La institución está poniendo a disposición de la ciudadanía una serie de medidas de prevención de ciertas enfermedades que, por motivo de los hábitos alimentarios de la época, existe un mayor riesgo de contraerlas con todo el peligro que ello conlleva. Según explican, “con la llegada del buen tiempo, tendemos a introducir en nuestra dieta una mayor gama de productos alimenticios que consumimos bien crudos o con preparación o cocinado mínimo”.
En este sentido, ponen especial atención en dos infecciones relacionadas con el consumo de alimentos crudos o con poca elaboración, es el caso del anisakis, que afecta al pescado, y la triquinosis, que afecta a la carne.
La anisakiosis se produce por la presencia de Anisakis, un gusano parásito que se aloja en la mayoría de los peces que se consumen habitualmente y que tienden a ingerirse crudos o precocinados. “A la hora de evitarlo resulta fundamental para la congelación siempre del pescado a -20 grados durante 72 horas y en el caso de una especialidad donde el pescado se cocine, aplicar la cocción a más de 70 grados”, apuntan.
El Anisakis se encuentra en pescados y cefalópodos y produce, en caso de infectar, alteraciones digestivas y reacciones alérgicas que en ocasiones pueden ser graves. “Se recomienda igualmente para evitarlo comprar el pescado limpio sin vísceras. Preparaciones tradicionales como la cocción, la fritura, el horneado y la plancha lo eliminan. Si se pretende comer el pescado crudo, macerado o aliñado, ahora que especialidades gastronómicas como el sushi o los cebiches están tan de moda, debemos recurrir a la congelación señalada más arriba”.
Los veterinarios indican que los síntomas de la aparición de una infección por Anisakis son rápidos y aparecen en unas 12 horas tras la ingesta, con un fuerte dolor abdominal acompañado de náuseas y vómitos.
CARNES
La triquinosis es una enfermedad parasitaria causada por un nematodo del género Trichinella, que se adquiere al consumir carne con larvas del citado parásito. Presenta síntomas gastrointestinales como diarrea, además de dolor muscular y articular. “Para prevenirla, hay que evitar el consumo de la carne de animales no inspeccionados por las autoridades veterinarias. Las carnes de cerdo y de animales salvajes –ciervo, jabalí, etc.- deben cocinarse completamente. La congelación a temperaturas inferiores a -18 grados centígrados durante 3 o 4 semanas mata el organismo enquistado, excepto las cepas árticas de Trichinella Nativa y de Trichinella Britovi, esta última endémica en España y ambas muy resistentes a la congelación. Los medicamentos antiparasitarios son la primera línea de tratamiento contra la triquinosis”.
Desde Colvet Cádiz hacen un llamamiento a la ciudadanía a seguir a rajatabla las recomendaciones para evitar estas dos enfermedades. Igualmente, insisten en el sector hostelero, así como en los proveedores y distribuidores de alimentos para que garanticen el control veterinario de todos sus productos.
“A todos nos gusta en verano consumir cierto tipo de alimentos porque parecen más propios para la época, pero debemos hacerlo con precaución y garantía”, concluyen.