Las temperaturas muy elevadas pueden tener consecuencias graves, como el golpe de calor, que, sin una intervención rápida, puede llevar a la muerte del animal. Por ello, desde el Colegio de Veterinarios de Madrid (Colvema) ofrecen una guía para prevenirlo, detectar los síntomas y actuar en caso de producirse.
Los veterinarios recomiendan que la mascota tenga a su disposición agua fresca y limpia las 24 horas del día y comprobar periódicamente que quede agua en el bebedero y que no esté en pleno sol. “En verano es fácil que el agua evapore o simplemente se caliente y el perro deje de beber por eso. El agua no es importante solo en casa: no olvides llevarte agua cuando sales de paseo, vas de excursión o haces un viaje en coche con tu perro”, indican.
Como consecuencia del calor intenso, el animal puede reducir el apetito y las ganas de moverse. Se recomienda darle de comer en las horas menos cálidas del día, como a primera hora de la mañana o por la noche.
“Es muy importante que el perro tenga un lugar fresco y protegido del sol donde descansar, sobre todo en las horas más cálidas del día tanto en casa como si vive en el exterior y no conviene salir a pasear en las horas centrales del día cuando el calor es más extremo. El suelo de la calle, al estar muy caliente, puede dañarles las almohadillas y es frecuente que al dar paseos y correr a estas horas, puedan sufrir lipotimias. Además, como recomiendan muchos veterinarios en sus consultas, cuando saques a tu perro a pasear, aplica la "regla de los 5 segundos": ¿Aguantas tú 5 segundos el calor del asfalto poniendo el dorso de la mano sobre el suelo? Si no es así, a ellos les pasa igual en las almohadillas de sus patas, por lo que no es el momento de sacarlo y, si es necesario, se le debe pasear por donde haya césped o por el asfalto pero buscando algo de sombra, ya que pueden sufrir erosiones e incluso quemaduras en sus almohadillas”, advierten.
Por otra parte, recuerdan que nunca se debe dejar al perro en un coche con las ventanillas cerradas, ni siquiera si está a la sombra.
Respecto a los cortes de pelo en verano, “lo importante es dejar unos 2-3 centímetros aproximados de longitud ya que el pelo en parte protege del calor y de las quemaduras solares”.
Los perros no transpiran como los humanos, sino que lo hacen sólo a través de la boca dificultando mucho más su autorregulación de temperatura, puesto que se refrigeran únicamente a través de la respiración y del jadeo (se debe tener mayor precaución con ciertas razas, como son los boxer, carlinos, bulldogs, y cualquier perro de tipo braquicéfalo, es decir, con hocico corto o chato) y por ello son mucho más propensos al golpe de calor que los humanos.
Infografía elaborada por Colvema.
“Todo lo anterior es muy importante para prevenir el golpe de calor pero, si se produce, debemos estar atentos y detectar sus síntomas”.
Por último, el Colegio de Veterinarios de Madrid señala que, si el animal respira con dificultad y se niega a andar, lo primero es intentar bajar la temperatura lo antes posible. “Busca rápidamente una sombra, ofrécele agua si puede beber, y refréscale poco a poco (nunca de golpe en una bañera o con una manguera) hasta que se estabilice y retome una respiración normal. Si los síntomas o la situación son más graves, puedes empapar una camiseta en agua que lleves y aplicársela tipo paño húmedo en cuello y cabeza y llevarle urgentemente a un centro veterinario”.