El Sindicato Veterinario Profesional de Asturias (Sivepa) afirma que una plena integración con la parte asistencial dentro del Sistema Nacional de Salud permitiría aprovechar eficazmente los recursos de Salud Pública y obtener mayor rendimiento a las nuevas inversiones.
“La Salud Pública es la Cenicienta, la hermana pobre de la sanidad. Su maldición es que cuando funciona bien ‘no pasa nada’, ‘no se ve nada’. Sólo es visible cuando fracasa, como en la actualidad con la COVID 19. Por ello, de forma sistemática se ha mantenido aislada del resto del Sistema Nacional de Salud, y eso pese a que las leyes de sanidad estatales prevén que esté plenamente integrada dentro del mismo, por ejemplo, en Asturias debería estar hace tiempo dentro de la estructura del SESPA”, denuncian.
Según explican, en comunidades como Extremadura, en que los veterinarios de Salud Pública pertenecen a su Sistema de Salud, el SES, y están integrados en las estructuras de Atención Primaria de la comunidad, fueron aprovechados plenamente desde el primer día, estableciendo fuertes medidas de bioseguridad en los sensibles geriátricos y residencias de mayores antes que nadie, asesorando y controlando medidas sanitarias en supermercados y negocios similares, e incluso haciendo labores de epidemiovigilancia, entre otras muchas cosas. “Sin embargo, en comunidades como el Principado de Asturias o Castilla y León, en que los médicos veterinarios no están integrados en sus sistemas de salud, ocurrieron graves disfunciones en su utilización, incluso mandándolos a casa cuando más falta le hacían a la sociedad”, afirman.
Sivepa explica que “los médicos veterinarios son los sanitarios más numerosos de la Dirección General de Salud Pública, son los que luchan a pie de calle por la seguridad ambiental y alimentaria, sobre todo contra las zoonosis. Inspeccionan, entre otras actividades, negocios y empresas, detectando, denunciando y corrigiendo debilidades sanitarias y velando por la salud de la población”.
Además, hacen referencia a los veterinarios que con funciones de Salud Pública dependen de otras consejerías diferentes a la de Salud. “Son los que luchan contra las zoonosis en el animal vivo, en el medio ambiente y en la producción de alimentos. Así, esta división e infrautilización de la Veterinaria de Salud Pública (Art. 8.2 Ley 14/86 General de Sanidad) es muy perjudicial para el funcionamiento adecuado del Sistema Sanitario por las disfunciones y conflictos de intereses que genera”.
Por ello, abogan por corregir estas graves carencias de la Salud Pública y que cuenten con la participación de los médicos veterinarios, “ya que son el sanitario que más peso tiene en la actual estructura de Salud Pública. Nuestra participación facilitará que se pueda hacer más y mejor con los mismos recursos o que, si se aumentan los recursos como se debiera, esta inversión se rentabilice mucho más. Somos los que sabemos por dónde falla el sistema ya que formamos parte fundamental de él”.