La farmacovigilancia constituye una herramienta fundamental para controlar y supervisar los posibles efectos adversos de los medicamentos. Hace unos días la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) publicaba el informe referente al 2019 en territorio español, ahora ha sido el turno de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).
EMA ha hecho público su informe sobre farmacovigilancia veterinaria durante el año 2019 en la Unión Europea que proporciona una visión general de la vigilancia de eventos adversos y problemas de seguridad de veterinaria con el objetivo de promover la comunicación pública.
Según el documento, en el 2019 se recibieron un total de 33.656 notificaciones de animales con efectos adversos a medicamentos de uso veterinario, y 859 de humanos expuestos a estos medicamentos. Concretamente, 12.575 ocurrieron en países del Espacio Económico Europeo y 21.081 fuera de él, predominando Estados Unidos (56%), Brasil (19%) y Canadá (11%).
El total de reacciones adversas recogidas en esta publicación sobre animales de compañía, sigue su tendencia ascendente desde el 2011, registrando 29.474 casos del total.
Los eventos adversos relacionados con los antiparasitarios en gatos y perros constituyen la mayoría de los informes documentados, seguido por los eventos derivados de la administración de vacunas. No obstante, aunque de forma más anecdótica, se han documentado eventos adversos en otro tipo de productos de uso veterinario, como el Osurnia en su uso sobre gatos.
En cuanto a la relación por especies, las reacciones adversas supusieron un total del 71% para perros y el 26% para gatos, motivo por el cual la mayor parte de las acciones regulatorias tienen el foco en productos antiparasitarios para estas dos especies.
Además, ha habido una atención especial a los riesgos potenciales para los humanos tras la exposición a ciertos fármacos relacionados con el uso de los spot-on sobre los animales de compañía.
Por otra parte, EMA informa que existen eventos para los que ha resultado muy difícil la monitorización, especialmente reacciones poco frecuentes para las que no existen datos previos. En estas situaciones, según explican, resulta complicado estudiar la causalidad de los productos involucrados en los informes. Por este motivo, instan a que la información proporcionada sea lo más completa y detallada posible, para profundizar en el caso y usarlo como modelo de referencia para futuros posibles eventos adversos.
En cuanto a los animales productores de alimentos, no hubo un aumento de eventos adversos en relación al año anterior. El número total de efectos adversos recogidos resultó de 3.228 sobre el total.
Infografía eventos adversos reportados durante el 2019 por especies.
FUTURAS MEJORAS
En la línea de mejora de este servicio, la autoridad europea ha resaltado los preparativos para la implementación de la nueva legislación farmacéutica veterinaria. “Uno de los puntos a tratar será el aumentar la transparencia y facilidad de acceso, a los veterinarios y al público general, a toda la información generada de los datos obtenidos del servicio de farmacovigilancia de la Unión Europea”, informan.