Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE. UU. (CDC) y los Laboratorios de Servicios Veterinarios Nacionales (NVSL) del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha anunciado los primeros casos confirmados de SARS-CoV-2 (el virus que causa la infección por COVID-19) en dos gatos domésticos. Estas son las primeras mascotas en los Estados Unidos en dar positivo para el SARS-CoV-2.
Los gatos viven en dos áreas separadas del estado de Nueva York. Ambos tenían una enfermedad respiratoria leve y se espera que se recuperen por completo. Se han informado infecciones por SARS-CoV-2 en muy pocos animales en todo el mundo, principalmente en aquellos que tuvieron contacto cercano con una persona con COVID-19.
En los casos de Nueva York, un veterinario analizó al primer gato después de mostrar signos respiratorios leves. No se confirmó que ninguna persona en el hogar estuviera enferma con COVID-19. Según explican, el virus puede haber sido transmitido a este gato por miembros del hogar levemente enfermos o asintomáticos o por contacto con una persona infectada fuera de su hogar.
Se tomaron muestras del segundo gato después de que mostrara signos de enfermedad respiratoria. El dueño del gato dio positivo por COVID-19 antes de que el gato mostrara signos. Otro gato en el hogar no ha mostrado signos de enfermedad.
Ambos gatos dieron positivo presuntivo para SARS-CoV-2 en un laboratorio veterinario privado, que luego informó los resultados a los funcionarios estatales y federales. La prueba confirmatoria se realizó en NVSL e incluyó la recolección de muestras adicionales. NVSL sirve como un laboratorio de referencia internacional y proporciona experiencia y orientación sobre técnicas de diagnóstico, así como pruebas de confirmación para enfermedades animales extranjeras y emergentes. Dichas pruebas son necesarias para ciertas enfermedades animales en los EE. UU. A fin de cumplir con los procedimientos de notificación nacionales e internacionales. La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) considera que el SARS-CoV-2 es una enfermedad emergente y, por lo tanto, el USDA debe informar a la OIE las infecciones animales confirmadas en los Estados Unidos.
Si bien, insisten en que no hay evidencia de que las mascotas desempeñen un papel en la propagación del virus. "Por lo tanto, no hay justificación para tomar medidas contra los animales de compañía que puedan comprometer su bienestar", aclaran.
RECOMENDACIONES
Las autoridades recomiendan que no se permita que las mascotas interactúen con personas u otros animales fuera del hogar, por lo tanto los gatos deben permanecer en el interior.
Asimismo, señalan que los perros tienen que ir con correa y manteniendo al menos 2 metros de distancia de otras personas y animales, y evitar los parques para perros o lugares públicos donde se reúne una gran cantidad de personas y perros.
Si está enfermo con COVID-19 (ya sea sospechoso o confirmado), "restrinja el contacto con sus mascotas y otros animales, tal como lo haría con otras personas".
Además, recomiendan, cuando sea posible, que otro miembro del hogar cuide a las mascotas mientras esté enfermo. "Evite el contacto con su mascota, incluyendo caricias, acurrucarse, ser besado o lamido, y compartir comida o ropa de cama. Si debe cuidar a su mascota o estar cerca de animales mientras está enfermo, use una mascarilla para la cara y lávese las manos antes y después de interactuar con ellos", indican.