La bajada del IVA veterinario, del 21% actual al 10%, es una medida que se viene demandando desde hace tiempo. Dadas las presentes circunstancias, cabe preguntarse si la bajada del IVA en este sector profesional no debería ser ya una realidad, del mismo modo que ya se ha aprobado esta medida para aliviar la presión en otros sectores a causa de la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19.
Desde el 1 de septiembre del 2012, las actividades veterinarias relacionadas con pequeños animales están gravadas con un 21% general de IVA, no del reducido como hasta esa fecha. Esta decisión, tomada por el Ejecutivo que gobernaba en aquel momento, tuvo una repercusión negativa en muchos profesionales, así como en los propietarios de animales de compañía. De pronto, la tenencia de un animal de compañía pasó a considerarse un lujo a efectos tributarios.
Con el nuevo gobierno de coalición, la bajada del IVA veterinario parecía una realidad. El acuerdo del Ejecutivo recogía el compromiso de impulsar una nueva Ley de Bienestar Animal “que garantice una relación respetuosa hacia todos los seres vivos, incluyendo la revisión de la fiscalidad de los servicios veterinarios”. Con la crisis del coronavirus, parece más necesario que nunca impulsar esta medida. Muchos centros veterinarios han visto seriamente reducida su actividad. En un estudio reciente realizado por Rentabilidad Veterinaria, el 56% de los centros veterinarios de España han reducido sus ingresos. Por lo que una reducción del IVA supondría un balón de oxígeno ante esta delicada situación en la que peligra la continuidad de muchos centros veterinarios.
En la línea de las medidas de apoyo al sector, la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE), ha solicitado al Gobierno de España que las actividades veterinarias sean exoneradas de las cuotas de la Seguridad Social y del IRPF durante un trimestre. Muchas clínicas veterinarias no están estructuradas para poder hacer frente a un descenso de facturación tan súbito, por eso, en opinión de CEVE, estas medidas supondrían un desahogo clave para conservar muchos puestos de trabajo.
Por otra parte, la bajada del IVA ya es una realidad en otros sectores. Los periódicos, libros electrónicos y algunos productos sanitarios como las mascarillas, se han beneficiado de esta rebaja fiscal. Pero de nuevo el sector veterinario ha sido olvidado por parte del Ejecutivo. Asimismo, la reducción del IVA en material sanitario no aplica sobre los productos de uso en la clínica veterinaria.
VETERINARIO COMO GARANTE DE LA SALUD PÚBLICA
No debemos olvidar que muchos aspectos de la veterinaria de pequeños animales (vacunación de la rabia, desparasitación, etc.), tienen relación directa con la salud pública y no deben de ser descuidadas a pesar de la crisis sanitaria actual. Por lo que, además del apoyo a los profesionales veterinarios, la bajada de IVA veterinario también supondría un alivio económico sobre los tutores de mascotas, que tienen que seguir afrontando estos gastos en plena pandemia.