Una nueva investigación revela que los alimentos para perros de tipo crudo contienen altos niveles de bacterias resistentes a múltiples fármacos. “La posible transferencia de tales bacterias entre perros y humanos es un riesgo internacional para la salud pública”, aseguran los autores que incluyen a Ana Raquel Freitas y compañeros de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Oporto (Portugal).
Las dietas basadas en alimentos crudos para perros han crecido en los últimos años. Si bien, está surgiendo una creciente controversia con respecto a su seguridad, con cierta evidencia científica que muestra su papel como vehículos para la transmisión de bacterias resistentes a los antibióticos.
En este estudio, los autores analizaron enterococos obtenidos de alimentos procesados (tanto secos como húmedos) y no procesados (crudos congelados) de las principales marcas comercializadas en Portugal. El estudio incluyó 46 muestras (22 húmedas, 15 secas, 9 congeladas) de 24 marcas internacionales, procedentes de 8 supermercados y una clínica veterinaria. Las muestras se obtuvieron durante septiembre y noviembre de 2019. Las muestras congeladas crudas estaban constituidas principalmente por salmón, pollo, pavo, ternera, ciervo o pato, siendo una mezcla de diferentes tipos de carne, frutas y verduras.
Todas ellas se cultivaron y luego se analizaron con una variedad de antibióticos. Se identificaron enterococos (n = 163) en 19/46 (41%) de las muestras: 8 de 15 (53%) en los alimentos secos; 2 de 22 (9%) de las muestras húmedas, y 9 de 9 (100%) en las muestras congeladas crudas, e identificadas como la especie Enterococcus E. faecium (91 aislamientos), E. faecalis (59 aislamientos) u otras especies (13 aislamientos).
En las 9 muestras de carne cruda congelada, se recuperaron 30 E. faecium y 30 E. faecalis. Las nueve portaban enterococos multirresistentes (MDR) (20 E. faecium y 22 E. faecalis), incluidos los resistentes a una amplia gama de antibióticos, mientras que solo un MDR-E. faecium (resistente a la eritromicina / tetraciclina / gentamicina) era detectado en una de las muestras de alimentos húmedos y ninguno en las muestras de alimentos secos.
Los investigadores también encontraron resistencia a los antibióticos ampicilina, ciprofloxacina, eritromicina, tetraciclina, estreptomicina y cloranfenicol en las 9 muestras de tipo crudo; siete de nueve contenían enterococos resistentes a linezolid (78%), y seis de nueve contenían enterococos resistentes a gentamicina o quinupristina-dalfopristina. La resistencia a antibióticos clínicamente relevantes, como linezolid, ampicilina o ciprofloxacina, solo se detectó en muestras congeladas crudas.
Los autores concluyen: "Nuestro estudio demuestra que los alimentos crudos congelados para perros portan enterococos MDR, incluidos antibióticos de última generación (linezolid) para el tratamiento de infecciones humanas. El contacto cercano de las mascotas con los humanos y la comercialización de las marcas estudiadas en diferentes países de la UE plantean un riesgo internacional para la salud pública si la transmisión de tales cepas se produce entre perros y humanos”.
"Se supone que estos alimentos congelados crudos se consumen después de descongelarse y, al menos, se pueden cocinar, para matar estas bacterias resistentes a los medicamentos y otras bacterias. Aunque estos alimentos parecen estar regulados con respecto a su seguridad microbiológica por las autoridades de la UE, la evaluación del riesgo de los riesgos biológicos también debe incluir bacterias y genes resistentes a los antibióticos además de establecer la presencia de patógenos bacterianos, como la Salmonella", agrega Freitas.