El mundo entero está sumido en una de sus mayores crisis sanitarias a causa del coronavirus COVID-19, sin embargo, la vida continúa. La población mundial ha visto como sus rutinas han cambiado drásticamente de un día para otro, pero, en la medida de lo posible, tienen que seguir desarrollando sus tareas a pesar de las dificultades.
Es el caso de los estudiantes de Veterinaria de toda España que viven esta situación con una gran incertidumbre debido a los múltiples interrogantes abiertos que tienen acerca de cómo se realizarán las prácticas, cuando se harán los exámenes, como serán los criterios de evaluación… “Han decidido que el curso académico sigue, que aquí no ha pasado nada, pero claro, sí que ha pasado”, manifiesta Asier, estudiante de la Facultad Veterinaria de Zaragoza. Una situación que también inquieta a Sara, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, “la incertidumbre de lo que va a pasar es bastante agobiante”.
A pesar de las muchas incógnitas por resolver, las asignaturas continúan al mismo ritmo que si fueran presenciales. La docencia se sigue desarrollando vía telemática, “el formato concreto varía dependiendo del profesor, en unos casos son videoconferencias, en otros casos vídeos con explicaciones o presentaciones con audios adjuntos, o foros escritos de dudas y respuestas”, apunta Ramón, de la Universidad de León. En este sentido, la mayoría de los estudiantes reconocen que el funcionamiento de las plataformas es correcto, aunque con las salvedades lógicas de unos inicios un poco caóticos, los problemas de las conexiones a Internet y las circunstancias personales de cada casa.
Marta, de la Universidad de Zaragoza, al igual que otros compañeros, reconoce que, “aunque la materia se imparta de forma teórica al completo mediante clases no presenciales, la capacidad de retención de la información es mínima comparada con la que tendríamos de forma normal”. Además, apunta que se exige “que nos enseñemos a nosotros mismos materias que no hemos cursado jamás al mismo nivel que en años anteriores en una coyuntura que nada tiene que ver”.
Por este motivo, Antonio, de la Universidad de Córdoba, cree que teniendo en cuenta la situación “podrían ser menos severos en muchos aspectos, porque es complicado estudiar sin clases presenciales”.
Antonio, estudiante de la Facultad Veterinaria de la Universidad de Córdoba.
CÓMO SERÁ LA EVALUACIÓN, PRINCIPAL PREOCUPACIÓN
La forma en la que se realizarán los exámenes y cómo se evaluarán los trabajos es una de las principales preocupaciones entre los estudiantes. “Entendemos la situación que estamos pasando, pero una de nuestras mayores preocupaciones es cómo se nos va a evaluar”, afirma Eva, de la Universidad Complutense de Madrid. No obstante, los alumnos entienden que las decisiones se estén tomando sobre la marcha debido a la situación, pero “en el tema exámenes es verdad que la gente está más descontenta”, indica Julia, de la Universidad Alfonso X El Sabio.
Julia, estudiante de Veterinaria de la Universidad Alfonso X El Sabio.
“Discrepo un poco en el tema de exámenes ya que es una situación muy complicada para muchas familias, tanto económicamente como por salud, y parece que solo importa que no copiemos metiéndonos un programa para ello con cámara y micro y acortándonos el tiempo”, agrega la estudiante de Veterinaria de la Universidad Alfonso X El Sabio.
Por su parte, Marta, estudiante de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, señala: “Pasamos las semanas a la espera de algún email que nos oriente mínimamente, pero nos situamos a mes y medio de exámenes y seguimos sin saber nada de cómo se nos va a evaluar, creando una atmósfera nada propicia para el estudio”.
Marta, estudiante de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza.
QUÉ OCURRE CON LAS PRÁCTICAS
Otro quebradero de cabeza está siendo la docencia de la parte práctica. La carrera de Veterinaria tiene un enorme componente práctico, el cual no puede paliarse con la asistencia telemática. “No vamos a adquirir las destrezas prácticas, especialmente las que requieren uso de laboratorios, animales o material médico”, se lamenta Marta, estudiante de Veterinaria en la Universidad de Zaragoza. Son muchos los estudiantes que han contactado con el profesorado para hacerles llegar su malestar a este respecto, y en muchas universidades se está estudiando la posibilidad de realizar clases prácticas durante el periodo estival. “Se nos ha querido dejar entrever la probabilidad de realizar las prácticas en verano”, añade.
Ramón, de la Facultad de Veterinaria de León, piensa que “debería asegurarse la recuperación de las prácticas presenciales en cuanto la situación lo permita, ya que estas prácticas son de vital importancia para la formación de un veterinario y en muchos casos son relativas a temas que no vamos a volver a ver en lo que nos queda de carrera”.
Eva, estudiante de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.
Por otro lado, en líneas generales, la mayor parte del alumnado se muestra comprensivo con la forma en la que los profesores están poniendo de su parte para continuar con las clases. “No creo que haya otra alternativa a tomar decisiones sobre la marcha” señala Asier. “La peor parte nos toca a nosotros porque somos los que nos jugamos los créditos, pero eso no significa que los profesores, al otro lado de la pantalla, no se estén esforzando para que nos sea más leve, la mayoría de ellos al menos”, indica.