El zoológico del Bronx, en Nueva York, ha informado de que Nadia, una tigresa malaya de 4 años, dio positivo por COVID-19. La tigresa, su hermana Azul, dos tigres de Amur y tres leones africanos habían desarrollado tos seca y se espera que todos se recuperen.
La prueba positiva de COVID-19 para el tigre fue confirmada por el Laboratorio Nacional de Servicios Veterinarios del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos).
"Testeamos al felino por precaución y nos aseguraremos de que cualquier conocimiento que obtengamos sobre la COVID-19 contribuirá a la comprensión sobre este nuevo coronavirus", recoge el comunicado.
Aunque han experimentado una disminución en el apetito, a los gatos en el Zoológico del Bronx les está yendo bien bajo cuidado veterinario y están contentos, alertas e interactivos con sus cuidadores. “No se sabe cómo se desarrollará esta enfermedad en los grandes felinos, ya que diferentes especies pueden reaccionar de manera diferente a las nuevas infecciones, pero continuaremos monitoreándolas de cerca”, señalan.
“Nuestros felinos fueron infectados por una persona que los cuidaba y que estaba infectada asintomáticamente con el virus”, explican.
“Agradecemos la cooperación y el apoyo del Laboratorio de diagnóstico del estado de Nueva York en la Universidad de Cornell y el Laboratorio de diagnóstico veterinario de la Facultad de medicina veterinaria de la Universidad de Illinois, donde se realizaron las pruebas iniciales COVID-19 de muestras del tigre; el Laboratorio Nacional de Servicios Veterinarios del USDA, donde se realizaron pruebas confirmatorias; Servicio de inspección de sanidad animal y vegetal del USDA; y los Veterinarios del Estado de Nueva York e Illinois y el Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York por su asistencia”, añaden.
Desde el Departamento de Agricultura de Estados Unidos indican que "no hubo informes de mascotas u otros animales" en el país contagiados con coronavirus antes de la noticia de la tigresa Nadia.
Asimismo, recuerdan que “no hay evidencia de que los animales jueguen un papel en la transmisión de COVID-19 a personas que no sean el evento inicial en el mercado de Wuhan, y no hay evidencia de que alguna persona haya sido infectada con COVID-19 en los EE. UU. por animales, incluso por perros o gatos”.