El Reino Unido salió de la Unión Europea el 31 de enero de 2020. Ante esta situación, el Gobierno ha anunciado nuevas medidas de inmigración que no han sido bien recibidas en el sector veterinario.
Las nuevas reglas de inmigración anunciadas dejan un gran interrogante sobre cómo la profesión veterinaria reclutará y retendrá la fuerza laboral que necesita, según la Asociación Británica de Veterinaria (BVA).
Cada año, más de la mitad de los nuevos integrantes del registro veterinario del Reino Unido son extranjeros, y la gran mayoría proviene de la UE a través de la libertad de circulación. Una vez que la libre circulación finalice en enero de 2021, será reemplazada por un sistema basado en puntos liderado por el empleador que probablemente impondrá una carga administrativa significativa a las empresas veterinarias que deberán patrocinar a los candidatos fuera del Reino Unido.
BVA también ha presionado con éxito para la introducción de visas de trabajo posteriores al estudio que ayudarán a retener a los veterinarios extranjeros que se han graduado en una escuela veterinaria del Reino Unido pero que anteriormente no habrían podido trabajar aquí.
Por su parte,, la presidenta de BVA, Daniella Dos Santos, señala que “la profesión veterinaria del Reino Unido depende en gran medida de los veterinarios extranjeros para brindar salud y bienestar animal, salvaguardar la salud pública y garantizar que el Reino Unido pueda comercializar animales y productos animales”.
“El plan del gobierno para el comercio requerirá un impulso masivo a la fuerza laboral veterinaria para entregar la certificación veterinaria no solo para las exportaciones sino, como se anunció la semana pasada, también para las importaciones. Este nuevo sistema de inmigración deja un gran interrogante sobre si podremos llenar la brecha laboral creada al final de la libre circulación cuando ya estamos luchando por reclutar y retener a los veterinarios”, añade.
Además, siguen preocupados “de que un sistema liderado por el empleador imponga una carga financiera y burocrática significativa a las prácticas veterinarias, muchas de las cuales son PYME”.