El veterinario Miguel Cordero del Campillo ha fallecido en su domicilio esta pasada madrugada. Desde la Universidad de León (ULE) lo definen como "una figura sin la que difícilmente se puede entender la existencia de la propia institución académica, y cuya muerte se ha producido cuando la ULE acaba de celebrar sus primeros cuarenta años de existencia".
En declaraciones efectuadas a los medios de comunicación en Ponferrada, en el acto de apertura de ‘Expociencia Unileon’, el Rector Juan Francisco García Marín ha expresado sus condolencias a los familiares y amigos de Cordero del Campillo y a toda la comunidad universitaria por la desaparición de uno de los “padres” de la ULE, y ha afirmado que fue “una persona, profesor e investigador fundamental, un intelectual reconocido y prestigiado que llegó a ser senador. Fue respetado porque mereció ese respeto y su persona siempre ha ido acompañada de un enorme valor intelectual y científico”.
AUTORIDAD EN PARASITOLOGÍA ANIMAL
Miguel Cordero del Campillo, fallecido con 95 de años de edad, nació en Vegamián en 1925 y en 1947 se licenció en Veterinaria y el doctorado lo consiguió en Madrid en 1952, mismo año en el que quedó el número uno en las oposiciones al Cuerpo Nacional de Veterinarios. Deja para la historia una biografía muy vinculada a la Universidad de León, de la que fue impulsor, en la que se ocupó de diversas funciones y desarrolló importantes responsabilidades, como el puesto de rector entre los años 1983 y 1986, y de la que se retiró como catedrático emérito.
Entre los numerosos reconocimientos que recibió cabe reseñar el Premio Castilla y León de Investigación Científica y Técnica que le fue concedido en el año 1989. Considerado una autoridad en el campo de la parasitología animal, también merece ser citado su destacada implicación social en el ámbito político, que le llevó a ocupar un puesto como senador independiente (1977-1979).
Por encima de cargos, premios y distinciones, quienes le conocieron y trataron, sus amigos y discípulos especialmente, siempre han destacado su amor por la veterinaria, su capacidad de trabajo y los rasgos que le caracterizaban, su integridad, honradez y generosidad.