El Gobierno de Navarra ha confirmado la muerte, con síntomas compatibles con la enfermedad de Aujeszky, de cuatro perros, que habían estado en contacto directo en una cacería en el valle de Anué con un mismo jabalí, que se encontraba enfermo, en una fase de viremia alta.
La enfermedad no es una zoonosis, por lo que no afecta a las personas, según informa el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, que explica que tampoco se transmite entre perros, lo que significa que los animales afectados no son un riesgo para el resto.
El virus únicamente se contrae si un perro ingiere carne o vísceras de un cerdo o de un jabalí infectado.
En este caso, todo indica que la ingestión del virus se pudo producir en la propia cacería.
Así, según señalan, los indicios apuntan a que la jabalina con la que contactaron los perros se encontraba enferma y en una fase de viremia alta, excretando por ello una gran cantidad de virus, lo que afectó a los perros de la cacería.
Este tipo de transmisión no es habitual, y los casos declarados en perros se asocian casi en su totalidad a la alimentación por vísceras o carne. Las muestras de los animales muertos han sido enviadas al Laboratorio Oficial de Referencia para confirmar el diagnóstico.
Las poblaciones silvestres de jabalí son un reservorio natural de la enfermedad de Aujeszky en la mayor parte de los países de Europa, y el virus puede mantenerse de forma latente en ellas.
En Navarra los muestreos oficiales detectan una seroprevalencia de entre el 18 y 40 %, en los muestreos oficiales anuales realizados en los seis últimos años.
El departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente agradece a los cazadores y veterinarios la información y las muestras facilitadas para la investigación de este foco de enfermedad, y su colaboración con la Administración.
Al mismo tiempo desde el departamento se destaca el relevante papel que la caza juega en el control de las poblaciones de fauna silvestre, reduciendo el riesgo de transmisión de enfermedades a las especies ganaderas.