El manejo convencional del ganado vacuno implica el destete abrupto de los terneros de su madre, y a menudo inmediatamente enviados a un mercado de subastas, donde se mezclan con terneros de otras procedencias. Una vez vendidos, se envían nuevamente a una ganadería, donde pueden estar nuevamente expuestos a ganado nuevo, y se les introduce en un entorno novedoso y alimentos desconocidos.
En algún lugar a lo largo de este proceso, los terneros serán castrados, vacunados, desparasitados y marcados. Tal constelación de desafíos físicos, inmunológicos y psicológicos compromete en gran medida el bienestar y la salud del ternero, según recoge un estudio de la Universidad de Cambridge.
El manejo del ganado en tiempos de estrés es al menos tan crítico en el desarrollo de enfermedades (particularmente la enfermedad respiratoria bovina, BRD) como los patógenos involucrados, según explican los expertos. “De hecho, se ha demostrado que el destete de los terneros antes de la venta y el envío es más importante que la vacunación para reducir la posterior morbilidad por BRD”.
Los investigadores señalan que el destete abrupto tiene un impacto negativo en el crecimiento del ternero y reducciones en el peso corporal. “Dado que a los productores se les paga de acuerdo con el peso del ternero, los ganaderos corren el riesgo de perder dinero si deciden destetar antes de comercializar, a pesar de la perspectiva de que hacerlo reducirá el riesgo de una enfermedad posterior. Se han ideado métodos de destete de menor estrés para reducir los impactos en la producción. Estos incluyen el “destete a través del alambrado", donde las vacas y los terneros aún pueden verse y tener una proximidad física cercana, pero donde se evita el mamar. Otra alternativa es el uso de “anillos nasales”: inserciones de plástico o metal que obstruyen la boca cuando la cabeza se coloca de manera succionadora.
Los dispositivos están destinados a permitir el pastoreo y otras comidas, pero evitan la succión. Estos se pueden colocar y dejar a los terneros con vacas durante 5 a 21 días antes de que los terneros se separen físicamente de sus madres. “Nuestro estudio buscó comparar el destete abrupto tradicional con los enfoques de bajo estrés”.
Los hallazgos mostraron un aumento de peso superior en casi todos los períodos de tiempo para los terneros destetados con el contacto de la línea de la cerca con las madres. “En los rebaños bien administrados en los que confiamos, la BRD y otras tasas de mortalidad eran demasiado bajas para sacar conclusiones sobre las diferencias en el riesgo de enfermedad entre las opciones de destete. Sin embargo, se ha demostrado que el aumento de peso durante el período posterior al destete es el principal incentivo financiero para el destete en la granja. Por lo tanto, nuestro trabajo sugiere que los ganaderos deberían considerar seriamente el destete a través del alambrado para mejorar la salud de los terneros y aumentar su valor”, indican.
Por último, señalan que su trabajo fomenta la evidencia de que reducir el estrés del destete mejora el rendimiento. “El destete de la línea de la cerca puede requerir una mejora en las instalaciones, pero puede producir beneficios notables, incluso en comparación con los 'anillos nasales’”.