Envenenar a los animales es un delito. Sin embargo, los casos de envenenamiento intencionado de fauna silvestre y doméstica han aumentado en los últimos años en Canarias. El Servicio de Toxicología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), laboratorio de referencia de la comunidad canaria, analiza más de 140 expedientes de envenenamientos al año.
“Tenemos un problema en Canarias, porque los ‘envenenadores’ de fauna doméstica y silvestre no disminuyen, y la mayoría de los casos que analizamos son envenenamientos intencionados”, explica el catedrático de la ULPGC, Octavio Pérez Luzardo, veterinario y jefe de laboratorio del Servicio de Toxicología Clínica y Analítica (SERTOX) de la ULPGC.
En este último año, el equipo de científicos y técnicos del SERTOX ha abordado más de 140 expedientes de envenenamiento de animales en las islas, lo que ha supuesto realizar más de 500 análisis de tóxicos. “Principalmente nos llegan casos de perros y gatos para analizar, porque suelen ser los animales que se hacen más visibles, ya que acuden al ser humano cuando se encuentran mal”, pero también analizan un gran abanico de fauna silvestre que aparece muerta en entornos naturales, y que son remitidas al laboratorio del SERTOX por agentes del Seprona, Guardia Civil o responsables forestales: lagartos, águilas, cernícalos, cuervos, los guirres de Fuerteventura…
El SERTOX, laboratorio de referencia de la comunidad autónoma de Canarias, analiza todas las muestras e identifica la causa de los fallecimientos y ha determinado, en su mayoría, que la causa principal es la ingesta de cebos con veneno. Algunos de estos venenos son sustancias que en la actualidad ya están prohibidas pero que hasta no hace muchos años se utilizaban de manera diluida en agua, como insecticida agrícola, como es el caso del carbofurano.
En sus inicios, hace ya casi una década, comenzaron a atender casos individuales de envenenamiento de animales, puesto que, a pesar de que en España existía una estrategia nacional contra el uso ilegal de cebos con tóxico, en Canarias aún no había directrices implantadas al respecto.
Fue en el año 2014 cuando nace la “Estrategia para la erradicación del uso ilegal de veneno en el medio no urbano de Canarias”, y es, a partir de ese momento, que se crea un marco legal para poder luchar de forma efectiva contra el envenenamiento intencionado de animales en Canarias, delito tipificado en el Código Penal español. En ese momento, el trabajo de documentación realizado años antes desde el centro fue clave, pues fue la premisa para implantar los protocolos de actuación ante estos envenenamientos y para comenzar a financiar los análisis de muestras por parte del Gobierno de Canarias, consciente de que existía un problema en el entorno natural que incidía de forma evidente en la fauna.
400 TIPOS DE VENENOS
“Cuando iniciamos los primeros análisis de muestras éramos capaces de detectar hasta 80 tipos de tóxicos, y en la actualidad ya estamos en disposición de valorar cerca de 400 tipos de veneno en los animales”, explica el catedrático Pérez Luzardo.
Este incremento es producto de las líneas de investigación científica que se desarrollan en el SERTOX, que además de ofrecer un servicio de calidad a las administraciones públicas y privadas, sobre todo es un centro de investigación puntero en España conformado por un equipo de diez especialistas, la mayoría de ellos veterinarios, pero también ingenieros químicos y médicos.
Tras 25 años de trabajo, el centro ha logrado un nivel de sofisticación como pocos en Europa. En la actualidad son un referente para otros países, que les remiten encargos de manera periódica: analizan desde diversas tipologías de drogas, a contaminantes tóxicos en alimentos, estudios de contaminación por microplásticos en el medio marino, pesticidas en el sector agrícola, etc.
El objetivo es poner a disposición de veterinarios, médicos y administración un servicio global de asesoramiento y análisis que ayude a determinar y prevenir casuísticas nocivas para el ser humano, así como para la fauna y flora.