Los ojos de un perro, al igual que en los humanos, su función es elemental al convertir la luz en impulsos nerviosos al cerebro para transformarla en imágenes. Para que esto ocurra adecuadamente los ojos deben estar saludables. Sin embargo, existe una diversidad de enfermedades que pueden afectar al funcionamiento de la vista de un perro.
La Clínica Veterinaria Mr. Can señala los problemas más comunes examinados y tratados por la oftalmología veterinaria.
En primer lugar, señalan el ojo de cereza. “Sabías que los perros tienen tres párpados, dos que son fácilmente visibles y uno extra, llamado el tercer párpado, que normalmente se oculta debajo del ángulo interno del ojo. El tercer párpado es el hogar de una glándula que produce lágrimas.
Normalmente, esta glándula también es invisible, pero algunos perros tienen una debilidad congénita de los ligamentos que la mantienen en su lugar. Cuando estos ligamentos fallan, la glándula se sale de su ubicación normal y se parece un poco a una ‘cereza’ atrapada en la esquina interna del ojo. Debido a que esta condición, a menudo, tiene una base genética, ambos ojos generalmente se ven afectados con el tiempo”, explican.
Para tratar el ojo de cereza, indican que un veterinario especializado en oftalmología veterinaria realiza una cirugía simple para volver a colocar la glándula en una posición más normal.
Otro de los problemas son las heridas corneales. “La superficie del ojo está cubierta con un tejido claro similar a la piel llamado córnea. Al igual que la piel, la córnea puede lesionarse y las laceraciones (cortes), punciones y úlceras son muy comunes en los perros. Por lo regular este padecimiento se origina cuando un perro corre a través de la hierba alta y se asoma en el ojo. En otros casos, los problemas con los ojos (como la producción deficiente de lágrimas o la anatomía anormal) pueden poner a los perros en riesgo de daño a la córnea. Un perro con una herida en la córnea a menudo frota el ojo afectado y entrecierra los ojos debido al dolor. El ojo también puede estar rojo y tener un drenaje excesivo”.
El tratamiento para las heridas corneales, de acuerdo con la oftalmología veterinaria, consiste en prevenir o tratar infecciones con antibióticos en gotas para los ojos o en ungüentos, controlar el dolor y dejar que la córnea tenga tiempo para curarse. En casos severos, se puede necesitar cirugía.
Según los expertos, el ojo seco, que ocurre cuando los perros desarrollan una enfermedad llamada queratoconjuntivitis sicca (KCS) y sus glándulas lagrimales producen menos lágrimas de lo normal, es también muy común. “Las lágrimas realizan funciones importantes como eliminar el material potencialmente dañino de la superficie del ojo y nutrir los tejidos corneales. Como era de esperar, la falta de lágrimas puede causar grandes problemas, como úlceras corneales, drenaje crónico de mucosidad de los ojos y dolor”, apuntan.
Según la oftalmología veterinaria, los casos leves de este padecimiento, a veces, se pueden manejar con la aplicación frecuente de una solución de lágrimas artificiales. Si es mucho más severo, se recomienda la cirugía.
Por último, destacan el glaucoma. “El glaucoma se produce cuando se rompe este equilibrio y aumenta la presión dentro del ojo. Los síntomas incluyen dolor, enrojecimiento de los ojos, aumento de la producción de lágrimas, un tercer párpado visible, nubosidad corneal, pupilas dilatadas y, en casos avanzados, un ojo obviamente agrandado”.
“Como recomendación, si crees que tu mascota padece este mal, llama de inmediatamente a tu veterinario para que lo examine. En dado caso, éste podría pedirte que los lleves con un especialista en oftalmología veterinaria para una mejor y detenida exploración”, concluyen.