Un nuevo estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet, en Argentina, ha conseguido reducir del 31% a menos del 1% el porcentaje de viviendas infestadas por la vinchuca (Triatoma infestans), el principal insecto vector de la enfermedad de Chagas.
“Nuestros resultados corroboran el potencial de la vigilancia basada en el trabajo con la comunidad a la vez que muestran la necesidad de potenciar las capacidades locales, incluyendo la participación protagónica de los agentes sanitarios, las escuelas y otros líderes comunitarios”, afirmó la primera autora del estudio, la doctora María Sol Gaspe, investigadora del Laboratorio de Eco-Epidemiología liderado por el doctor Ricardo Gürtler, que depende de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la UBA, y el Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (IEGEBA-CONICET), según recoge la Agencia Cyta.
Gaspe destacó que el programa permitió la “cuasi-eliminación” del insecto vector y, en consecuencia, suprimió el riesgo de transmisión vectorial del Trypanosoma cruzi, parásito causante de la enfermedad de Chagas.
ESTUDIO
Según explican los expertos, los bajos niveles de infestación al final del programa se debieron a los efectos de las intervenciones con insecticida combinados con el frecuente traslado de los hogares. Este proceso implicaba en la mayoría de los casos la destrucción y reconstrucción de sus viviendas precarias, en el contexto social vulnerable de las poblaciones indígenas. “Esto afecta directamente a las poblaciones de vinchucas al modificar la disponibilidad de refugio y fuentes de alimento”, señaló.
“Ciertos procesos como la movilidad de los hogares y el mejoramiento de las viviendas representan desafíos adicionales para los programas tradicionales de control en áreas endémicas. Esto significa que resulta imprescindible considerar los aspectos sociodemográficos y culturales al momento de diseñar e implementar este tipo de intervenciones para lograr resultados sostenibles”, concluyó la experta.
AFECTA A HUMANOS Y PERROS
La enfermedad de Chagas fue descrita por primera vez por el médico brasileño Dr. Carlos Chagas, quien documentó el parásito causante, Trypansoma cruzi., en animales y pacientes humanos a principios del siglo XX. La enfermedad de Chagas se considera la enfermedad parasitaria más importante en América Latina y es responsable de millones de muertes anuales.
Los procesos de enfermedad en humanos infectados y perros son similares. Las manifestaciones clínicas van desde la miocarditis no aparente a la aguda y la muerte súbita a la enfermedad crónica con insuficiencia cardíaca final. También puede ocurrir daño en el tejido gastrointestinal en infecciones crónicas que conducen a megaesófago y megacolon.
Los seres humanos y los perros se infectan con mayor frecuencia con T. cruzi cuando se exponen a insectos infectados, aunque también se documentan otras vías que incluyen la transmisión congénita, transmitida por los alimentos y iatrogénica.
La transmisión a humanos, perros y otros vertebrados ocurre cuando el material fecal depositado por un insecto infectado se inocula en el sitio de la mordedura, otra herida o membrana mucosa.
ESPAÑA, PAÍS NO ENDÉMICO CON MÁS CASOS DE CHAGAS DE EUROPA
En España, la enfermedad no es endémica, pero es el país con más casos de Europa, según la Fundación Mundo Sano, con unos 55.000 afectados.
El éxodo de millones de latinoamericanos a otros continentes ha llevado la enfermedad a países donde no se había considerado antes el diagnóstico de la enfermedad de Chagas, siendo España uno de los más frecuentes de Europa.