La historia del perro Milo, que nació con las patas al revés, continúa positivamente. El Hospital Veterinario de Oklahoma, donde fue intervenido con éxito hace unas semanas, ha informado que se recupera favorablemente en casa.
El doctor Erik Clary, profesor asociado de cirugía de animales pequeños del Hospital Médico Veterinario encargado de atender al animal, y su equipo, realizaron una cirugía correctiva en las patas de Milo para volver a alinearlas, “utilizando alfileres en cada articulación y férulas para afianzar su estabilidad temporalmente”, señalan desde la Universidad.
Y es que debido a esta deformidad congénita, el cachorro “no conseguía caminar correctamente” explican. Pero el pasado 28 de enero, una vez desprendidos los alfileres y las férulas y con la alineación correcta de las patas, “Milo comenzó a trabajar con nuestro equipo de rehabilitación, dirigido por la Dra, Cara Blake, y se le comenzó a implementar un curso de terapia destinado a mejorar su función articular, fortalecer sus músculos y enseñarle a caminar”.
Aun así, Clary apunta que “con esta fase del tratamiento, los resultados todavía son inciertos y hay mucho trabajo por hacer. Probablemente, pasarán meses antes de que podamos juzgar el resultado final. Por ahora solo se trata de pequeños pasos realizados con ayuda, pero para un perro que no podía caminar, esto resulta un gran progreso, aunque esperamos más en las próximas semanas”.
Por su parte, el director del Hospital, Jeff Studer, quiso recalcar que “el caso de Milo es un gran ejemplo sobre los tratamientos que están disponible para nuestras mascotas en la actualidad. El esfuerzo de colaboración entre la familia de Milo, nuestro equipo de especialistas, y las enfermeras de cirugía veterinaria, radiología, anestesia y terapia de rehabilitación, está configurando el futuro, no solo para Milo, sino para toda la medicina veterinaria”.