La Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), comúnmente conocida como la enfermedad de las vacas locas, saltó a la fama en la década de los 90, confirmándose en el año 2000 el primer caso en España, pero apareciendo por primera vez en 1986 en Reino Unido.
El Ministerio de Agricultura ha informado que España mantiene la calificación sanitaria de país con estatus de riesgo insignificante desde 2016.
Y es que, los datos confirman que el desarrollo de la situación epidemiológica, mostrado mediante la vigilancia de la enfermedad desde el año 2001, ha ido disminuyendo progresivamente. Tras detectarse los dos primeros casos en el año 2000, en 2001 hubo 83 casos y en 2003 se produjo el repunte más alto con 173 casos. Por el otro lado, las cifras más bajas se dieron en 2013 donde no se detectó ningún caso. Desde 2013 hasta 2016, año de las últimas cifras, tan solo ha habido 4 casos de EEB en España.
Fuente: Ministerio de Agricultura.
Así, tener estas cifras tan bajas en los últimos años son gracias a los 6.215.412 de test que se han realizado desde 2001 hasta 2016.
MEDIDAS
Para el 2018 y el 2019, el Ministerio continúa con un plan de medidas entre las que destacan la visita de comprobación por parte de los Servicios Veterinarios Oficiales y el aislamiento inmediato de los animales sospechosos, así como el sacrificio del animal en caso de que los órganos competentes de las Comunidades Autónomas no pudieran descartar la existencia de EEB y la toma de muestras en el resto de los casos tras su muerte.
¿EN QUÉ CONSISTE LA ENFERMEDAD DE LAS VACAS LOCAS?
La EEB se trata de una enfermedad causada por priones, un tipo de partículas que provocan infecciones progresivas y degenerativas, que afectan al sistema nervioso central del ganado bovino pudiendo ser transmitida a los humanos mediante la ingesta de carne de animales infectados.