Un equipo de investigadores dirigidos por Rhoel Dinglasan, investigador del departamento de enfermedades infecciosas del Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Florida, han desarrollado una prueba de saliva capaz de detectar el parásito que causa la malaria, según el estudio publicado en la revista Science Translational Medicine.
“La ‘prueba de escupir’ no invasiva podría ser una herramienta clave en los esfuerzos para erradicar la malaria, que mata a un niño cada dos minutos”, explica Dinglasan.
En la actualidad, los médicos realizan pruebas para detectar la malaria usando una prueba de sangre, pero dicha prueba tiene inconvenientes que reducen su efectividad. “La prueba requiere realizar pinchazos en la piel que, a menudo, son estresantes para los niños y sus padres. Además, los análisis de sangre no son del todo fiables, ya que tales pruebas pueden pasar por alto las infecciones subclínicas de los parásitos que causan la malaria, lo que hace que algunos pacientes contraigan la malaria aun creyendo que estaban libres de ella”, señalan los expertos.
En este sentido, la nueva prueba “solo requiere escupir en un tubo, y tiene la capacidad de poder administrarse fuera de un entorno clínico, como son las escuelas o los centros comunitarios”. Ya que, según cuentan, esta sería una de las ventajas ante la prueba sanguínea, que requiere un entorno clínico y ello supone grandes costes.
LA IMPORTANCIA DE UNA DETECCIÓN PRECOZ
"¿Qué pasa si podemos identificar a un niño antes de que enferme porque encontramos algo en su saliva?", pregunta Dinglasan. "Si llegamos a la enfermedad con anterioridad, pueden curarse antes de que contraigan la enfermedad".
La detección precoz de la malaria es crucial para la erradicación de la enfermedad porque “los individuos que portan el parásito sin presentar síntomas son el reservorio que conduce al contagio de los mosquitos y a la transmisión de la enfermedad. Normalmente, la malaria aparece tan solo unos días después de que se pueda detectar el parásito”.
Concretamente, la prueba de saliva detecta un nuevo biomarcador para los parásitos Plasmodium falciparum. En algunas zonas del mundo, los parásitos han adquirido una mutación y, por lo tanto, ya no son detectados por las pruebas basadas en sangre. Pero la prueba de saliva “detecta una proteína esencial que el parásito necesita para sobrevivir, lo que debería evitar el problema de la mutación”.
La prueba ya ha sido testada en más de 300 niños de Camerún, Zambia y Sierra Leona. La malaria mata a unos 500.000 niños al año, en su mayoría menores de 5 años del África subsahariana.
“La malaria es como un gran iceberg que siempre hemos cortado en la parte superior, por encima de la línea de agua. Pero es en el fondo del iceberg donde se encuentra el reservorio para la transmisión de la enfermedad. Esta prueba nos lleva por debajo de esa línea de agua, para que podamos ver cómo de grande es el reservorio", asegura el investigador.