Los científicos de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell encontraron varios oligoelementos en piensos destinados para perros en concentraciones muy elevadas, según informa la propia Universidad.
Y es que, las porciones diarias a nivel de mantenimiento de un alimento para perros contenían aproximadamente 38 veces la cantidad relativa de aluminio que los humanos consumen de promedio en un día. En este sentido, cabe destacar que tanto este mineral como el cromo, entre otros, se producen en pequeñas cantidades en los alimentos de las personas y en el de las mascotas, siendo denominados por los científicos como minerales ultra-traza.
"Las razones exactas de este hallazgo no están claras, pero pueden tener relación con las altas demandas metabólicas de los perros respecto a los humanos, ya que requieren menos calorías por kilogramo de peso corporal”, apuntaron los expertos.
A pesar de ello, los investigadores no pudieron concluir si estos minerales ultra-traza representaban una amenaza para la salud de los perros. Sin embargo, existen otros que causan problemas en algunos animales y también en los humanos, pero siempre en dosis altas.
“Por ejemplo, los alimentos para humanos tienden a contener más ingredientes procesados, (como el almidón de maíz, el arroz blanco o la harina blanqueada) que los alimentos para perros. De este modo, el procesamiento puede reducir la cantidad de minerales-traza y los ingredientes sin refinar en los alimentos para mascotas pueden llevar a una exposición potencialmente mayor al aluminio, el cromo y otros minerales-traza”, añaden los expertos.
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
Los científicos analizaron los niveles de níquel, sílice, aluminio, cromo y molibdeno en un total de 49 piensos secos de venta libre para perros sanos en todas las etapas de la vida, provenientes de minoristas locales y nacionales.
Tras obtener los resultados, los investigadores los compararon con los niveles típicos de consumo humano, establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y evaluaron los niveles de minerales en los piensos con respecto a la información de consumo de sustancias tóxicas.
Los resultados concluyeron que las concentraciones de aluminio, cromo y molibdeno excedieron la dosis diaria de media de los humanos en la mayoría de los piensos.