Se sabe que prevenir las enfermedades o enfrentarse a ellas en un estadio muy temprano es mucho mejor que tratarlas una vez han surgido. El cuidado preventivo de la salud evita sufrimientos innecesarios a las mascotas y también permite que el propietario ahorre el gasto que implicaría un tratamiento.
Por ello, desde el Colegio de Veterinarios de Alicante recomiendan realizar un examen físico anual a los animales.
“Un año es mucho tiempo en la vida de un perro, por lo que conviene llevarlo a revisión al menos una vez en estos doce meses. Es más, es probable que, si el animal ya ha atravesado la etapa de la madurez o bien tiene algún tipo de patología, el veterinario recomiende aumentar la frecuencia de las visitas”, indican.
En estas revisiones el veterinario siempre hace una revisión completa de los animales como que estén al corriente de las vacunas o que el propietario haya llevado a cabo un correcto control parasitario para mantener a raya pulgas, garrapatas, gusanos de corazón, etc.
Si bien, explican que el control dental en casa es imprescindible, de este modo el propietario podrá darse cuenta de la existencia de cualquier anomalía como dolor o mal olor y comunicársela al veterinario.
También es importante el control en casa de ojos y oídos para detectar enrojecimientos, prurito, etc.
Además, el veterinario preguntará si el animal ha tenido algún episodio de vómito, diarrea, estreñimiento, etc.; si el animal ha tenido estornudos, dificultad para respirar, tos, etc.; comprobará que no tiene ningún problema en los dedos de las patas, que no cojea o que no muestra debilidad en las extremidades; la piel y el pelaje; y se revisará el aparato urogenital mediante la exploración del estado de las glándulas mamarias, la presencia de secreciones, si existen dificultades para orinar, etc.
Otros aspectos que el veterinario tendrá que revisar con el propietario son la alimentación (tipo de alimento, cantidad, frecuencia, suplementos, alteración en el peso, etc.), ejercicio (qué tipo de ejercicio realiza, durante cuánto tiempo, etc.), comportamiento (cualquier problema de conducta como ladridos, eliminación inadecuada, etc. se debe indicar en la visita).
Es posible que el veterinario también recomiende llevar a cabo un análisis de sangre, en especial si el perro es geriátrico o está recibiendo algún tipo de medicación. Si como consecuencia de la revisión el veterinario descubre cualquier signo de enfermedad puede recomendar hacer una radiografía o análisis más específicos de sangre. Incluso puede ser que aconseje llevar al animal a algún especialista en dermatología, oftalmología, cardiología u oncología.
UNA REVISIÓN PARA LOS SÉNIOR
Con la edad también aumenta la posibilidad de padecer diferentes patologías, como diabetes, desórdenes hormonales o enfermedades del riñón, por lo que conviene prestar una especial atención a los animales sénior para detectar estas condiciones y actuar antes de que el daño sea irreversible.
En las mascotas mayores el cuidado de la cavidad oral es muy importante y es posible que el veterinario indique la necesidad de realizar chequeos con más frecuencia.