La villa de Arcos de Jalón está ubicada en el valle del río del mismo nombre, próxima a su nacimiento, al sureste de la provincia de Soria y en la muga con las provincias de Zaragoza y Guadalajara. Es el principal núcleo urbano de la comarca de Tierra de Medinaceli. Albergó los talleres y depósitos de RENFE hasta 1970. Su cierre supuso el declive económico de la comarca.
El viernes 12 de junio de 2009, en un solemne acto organizado por el Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Soria para conmemorar su primer Centenario, en el Aula Magna Tirso de Molina de la capital soriana, presentábamos el libro La Veterinaria soriana, haciendo camino, de nuestra dirección y autoría de varios capítulos y cuya edición, fue gentileza de la Excma. Diputación provincial de Soria.
Entre la gran cantidad de referencias archivísticas, hemerográficas y bibliográficas consultadas, se omitió por desconocimiento, una monografía de carácter local, documento central de la memoria histórica soriana: La represión en Soria durante la guerra civil, de los autores, Gregorio Herrero Balsa y Antonio Hernández García, editada por la Asociación Recuerdo y Dignidad en 1982 y una segunda edición en 2010, donde reparamos en el único veterinario asesinado por los golpistas en Soria, del que exista constancia.
La garantía establecida para la no repetición de crímenes contra la humanidad, implica hoy en día conocer la verdad, hacer justicia con los culpables y reparar a las víctimas. España es el segundo país en número de desaparecidos después de Camboya y el único estado del mundo, que ha trasladado a las familias de las víctimas las tareas y responsabilidades de abrir fosas, exhumar restos e identificar cuerpos.
En Soria no existió violencia durante los seis años de República. No hubo tampoco lucha ni resistencia a los sublevados. No fue frente de guerra. Nunca hubo violencia en la provincia por motivos políticos o sociales hasta la entrada de los requetés en la capital el 22 de julio de 1936. Sin embargo, está documentado que 465 sorianos fueron asesinados, sin contar como tales, a las víctimas que se dieron entre los cientos de prisioneros de la plaza de toros de Sigüenza y que, sin lugar a dudas, incrementarían esta cifra.
D. Alberto Cayetano Aliende y Molina, nació en Uceda (Guadalajara) el 21 de junio de 1883, hijo de Fermín Aliende, veterinario, natural de Robregordo (Madrid) y de Isidora Molina, natural del Casar de Talamanca (Guadalajara).
Casó con Dª Áurea Aguilar Centeno, el matrimonio tendría cuatro hijos, Manuel, Rafael, Áurea y Ángeles.
Fue fusilado en Almazán (Soria) el 29 de julio de 1936.
Ejerció como Veterinario Titular hasta noviembre de 1927, en la localidad turolense de Cucalón, en la Comarca del Jiloca. También tenía aprobadas las oposiciones al Cuerpo de Veterinaria militar.
El partido veterinario de Arcos de Jalón, comprendía también los municipios de Chaorna-Somaén, Sagilés y Aguilar de Montuenga, todos ellos de la provincia soriana y partido judicial de Medinaceli. Además, asistía al ganado de los pueblos de Montuenga y Jubera. La plaza estaba dotada con una asignación anual de 365 pesetas por los servicios de Higiene y Sanidad pecuarias y con 730 pesetas por la Inspección de Carnes, a las que había que sumar las derivadas de la atención del ganado en las localidades mencionadas que no se integraban en el partido veterinario y que suponían unas 5.000 pesetas.
Anunciada oficialmente la vacante, concurriendo cinco candidatos y en sesión extraordinaria celebrada el 1 de octubre de 1927 en la casa consistorial arcobrigense, bajo la Presidencia del alcalde de la Villa, D. Gregorio Monge de las Heras se acordó nombrar al aspirante D. Alberto Aliende y Molina con carácter de propietario.
Poco después de iniciarse el ejercicio profesional de nuestro protagonista en la localidad, surgieron fricciones graves con algunos ganaderos influyentes, desencuentros que, originaron un expediente y una propuesta de cese del veterinario con el consiguiente recurso de éste.
El 11 de noviembre de 1928, un numeroso grupo de labradores residentes en Arcos de Jalón se dirigían al alcalde de la Villa manifestando su queja contra el veterinario titular D. Alberto Aliende por incumplimiento del contrato de igualas dado que durante todo el año apenas se había presentado para girar visita, solamente una o dos veces al año. Que el contrato que firmaron fue mediante engaños, porque en un pueblo lo hizo por un año y en otros por dos o tres años, considerando los firmantes que debería ser igual en todas las localidades. También denunciaban faltas de atención por ausencias.
Quizás ese malestar acumulado por el comportamiento profesional y personal de nuestro veterinario para con los usos y costumbres impuestos por los caciques locales fuera determinante para que el 26 de julio de 1936, junto con el que había sido alcalde republicano de Arcos de Jalón, D. Bernabé Alonso Laguna, fuera detenido por la Guardia Civil y trasladados ambos, a la cárcel de Almazán, donde nuestro compañero sería fusilado en el amanecer del día 29 “en virtud de noticias adquiridas”. Hoy reivindicamos su memoria, dignidad y la justicia que merece.
Sería sustituido a partir del 1 de enero de 1937, con carácter interino por D. Constancio Seco, veterinario titular de Santa María de Huerta, con quien la Junta Agrícola y Ganadera de la Villa suscribió un contrato de asistencia al ganado el 1 de mayo del mismo año. Posteriormente, D. Pablo Sarrate López tomaría posesión como veterinario titular interino el 23 de octubre de 1937, ante el alcalde D. Gonzalo Iturbe Perruea. Finalmente, el 26 de noviembre de 1937 sería nombrado inspector municipal veterinario propietario D. Mariano Gracia Álvarez, veterinario titular interino de Morón de Almazán.