La Guardia Civil de Zamora, en marzo del presente año, tiene conocimiento de un supuesto delito intrusismo profesional, donde una mujer realizaba actuaciones propias de la profesión veterinaria en la comarca de Benavente y la Carballeda, actuaciones llevadas a cabo en animales de diverso tipo, como implantación de microchips oficiales a perros o la administración y venta de medicamentos veterinarios para su uso en ganado de abasto en diversas localidades de esas comarcas.
Componentes del Equipo de Investigación del Seprona de la Comandancia de Zamora inician una investigación al objeto de esclarecer los hechos y comprobar que esta persona se dedicaba a practicar de forma usual diferentes tratamientos veterinarios en el entorno de las comarcas de Benavente y la Carballeda, a la vez que se entrevistan con diversos testigos.
Para llevar a cabo los tratamientos y parte de trabajo que realizaba la investigada, le proporcionaba la cooperación necesaria un veterinario titulado, dotándole de los elementos necesarios como vacunas o pasaportes para la identificación de los animales de compañía, practicando actos clínicos sin la titulación correspondiente.
Comprobándose documentalmente que los animales se registraban en aplicativo oficial, asientos que sólo puede llevar a cabo un veterinario registrado en el Colegio Oficial de Veterinarios.
Como resultado de la investigación se investiga a una persona como supuesta autora de un delito de intrusismo profesional y falsedad documental y a una segunda persona como cooperadora necesaria, por facilitar los medios necesarios para ejercer la profesión y por ende la práctica veterinaria.
Las diligencias fueron entregadas en el Juzgado de Puebla de Sanabria.