La alimentación en las ganaderías bovinas del futuro y la seguridad alimentaria

Ángel Ruiz Mantecón, profesor de investigación del CSIC y de la Facultad de Veterinaria de León, ha sido el primer ponente de la tarde. Ha expuesto la implantación y resultados de un proyecto iniciado en 2012. El plan pretende cambiar el modelo de desarrollo en vacuno de carne en zonas de montaña en Cantabria, poniendo especial atención a la sostenibilidad. Para ello es necesario un cambio de mentalidad en los ganaderos a la hora de comercializar, para “pasar de producir terneros a producir carne” y evitar perder valor en la cadena productiva.

Ha sostenido la importancia de desmentir ideas preconcebidas, como que cebar a los terneros con forraje da carne de baja calidad, o que el engorde ha de hacerse en estabulación, entre otras. El objetivo es dejar de vender animales a otras granjas para que los ceben y pasar engordarlos en la propia explotación, con el fin de “venderlos como producto final” cuando alcancen el peso óptimo. Ha afirmado que el proyecto ha demostrado ser sostenible económicamente, y que, gracias a él, “se recuperó el sentido de tener un proyecto y el sentimiento de seguir siendo ganaderos orgullosos”.

A continuación, Gonzalo Flores, ingeniero agrónomo del Centro de Investigaciones Agrarias Mabegondo (CIAM), ha explicado la evolución de la alimentación de la ganadería de leche y carne. Ha señalado las fórmulas europeas propuestas para conseguir una “agricultura resiliente”, como De la Granja a la Mesa o el Acuerdo Verde Europeo, que han dirigido al sector de la producción de leche a un cambio de paradigma, con un acento muy marcado en la lucha contra el cambio climático.

Según ha explicado, para alcanzar estos objetivos es indispensable reorientar el sector hacia sistemas productivos más ligados a la tierra, con la intención de minimizar los costes por litro en sistemas medioambientalmente sostenibles. La disponibilidad de tierra de cultivo es fundamental, ha recordado Flores: “en la medida en que logremos ser menos dependientes de las oscilaciones de precios tendremos más capacidad para manejar la situación”.

En la actualidad, la tierra cultivada necesaria para la importación de alimentos para el ganado es superior a la superficie disponible en España, aunque depende de cada comunidad autónoma. “Esto indica una vulnerabilidad en contextos de crisis”, ha señalado. Es necesario integrar sistemas de cultivo y aprovechamiento forestal, “y sería imperativo recuperar las tierras forestadas indebidamente”, como las plantaciones de eucalipto en el noroeste peninsular.

Según diversos análisis realizados por CIAM de los sistemas de producción de leche de vaca, “se evidencia en su conjunto un balance positivo en cuanto a la suministración de proteína”. Es decir, que cada vaca lechera devuelve más cantidad de proteínas que la que consume, ha concluido Flores.

EVOLUCIÓN DE LA ALIMENTACIÓN ANIMAL 

Por su parte, Javier Fernández, director técnico de Campoastur, ha explicado cómo ha evolucionado la alimentación animal, en especial en la zona de la cornisa cantábrica. Ha confirmado que, aunque en el norte las explotaciones tienen más base territorial para el abastecimiento de forraje que en otras regiones, esta no permite cubrir todas sus necesidades.

Los factores económicos obligaron a realizar cambios profundos en las explotaciones, y estos han favorecido la evolución de recursos y técnicas de alimentación, ha indicado. El objetivo principal es aumentar la eficiencia, tanto del ganadero como de la vaca. Para lograrlo, es importante “encaminar la rentabilidad de las explotaciones hacia masificar la producción agraria forrajera dentro de la explotación”, y complementar la alimentación con piensos compuestos, de la forma más eficaz y económica posible.

SEGURIDAD ALIMENTARIA, "TAREA DE TODOS"

Por su parte, María Rosa Urdiales Garmón, presidenta de la Sociedad Española de Seguridad y Calidad Alimentaria (SESAL), ha detallado los retos de la seguridad alimentaria en el contexto actual, sin perder de vista que “es en la producción agrícola y ganadera donde se tiene que empezar, pero le siguen todos los eslabones de la cadena”.

“La seguridad alimentaria es una tarea de todos”, ha recalcado. No sólo la tienen que controlar las empresas, las administraciones públicas y los tribunales de justicia, sino también los consumidores y sus asociaciones, que pueden lograr que se modifique la normativa.

Ha insistido en que hay que adaptar la manera de producir a la nueva normativa y a los nuevos modelos de consumo, y poner en valor los alimentos tradicionales y la importancia del sector primario. “Si el sector primario falla, falla todo lo demás”.

La encargada de clausurar la jornada ha sido Ana Isabel Roca Fernández, doctora en producción vegetal e investigadora de la Universidad de Santiago de Compostela. Ha explicado la importancia de hacer un aprovechamiento sostenible de los recursos forrajeros por la ganadería de vacuno de leche. Conviene hacer ver a los ganaderos que adecuar la estrategia alimentaria al tipo de animal elegido “resulta clave para lograr un aprovechamiento eficiente de los recursos forrajeros, y alcanzar un adecuado rendimiento productivo y sanitario”, ha declarado.

Los principales objetivos son potenciar el respeto por el medio ambiente, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la calidad de los productos obtenidos, favorecer el bienestar animal, y lograr una producción sostenible y rentable que permita fijar población en el medio rural. Pero “la piedra filosofal, el reto principal, es abaratar los costes de alimentación del ganado”.

Ha recalcado que los ganaderos no pueden depender de la importación de los alimentos, tienen que adaptarse a las características edafoclimáticas de su explotación. “España es una potencia ganadera y agrónoma, pero tenemos que concienciarnos”, ha concluido.