En primero de carrera, en prácticas de biología, fue cuando descubrí que los veterinarios realizábamos la inspección de las frutas y verduras destinadas a consumo humano, se trataba de algo que ni siquiera me había planteado. Fue a partir de ese año, ya estudiando veterinaria, cuando empecé a ser consciente de la importancia de la labor de estos profesionales dentro de la Salud Pública. Sí, hablando en primera persona, yo tuve que matricularme en esta carrera y pasar horas en sus aulas para tomar consciencia de la importante labor de los veterinarios en relación a la salud de las personas.
Evidentemente, no todo el mundo cursa primero de veterinaria para empezar a conocer la realidad de nuestra profesión por lo que, en mi opinión, cualquier persona que no haya llegado a formaciones superiores de ramas sanitarias no tiene el deber de conocer nuestra labor y no podemos exigírsela. Lo que quizás sí podemos exigirnos a nosotros mismos es empezar a pensar cómo, desde dentro, debemos difundir y hacer conocer la realidad del sector.
Todas las profesiones tienen sus sambenitos, muy alejados de la realidad; no es algo exclusivo de la veterinaria: los fisioterapeutas dan masajes, los psicólogos te sientan en el diván, los farmacéuticos dispensan medicamentos, los actores pueden llorar siempre que quieran, los licenciados de INEF dan volteretas, los veterinarios acarician mascotas...podríamos seguir así hasta el infinito.
Un ciudadano de a pie no tiene por qué conocer las cifras de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) donde, hablando del concepto One Health, nos dice que la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas.
La OIE estima que en la actualidad el 60% de las enfermedades humanas infecciosas son zoonóticas, al menos un 75% de los agentes patógenos de las enfermedades infecciosas emergentes del ser humano son de origen animal, que de las cinco nuevas enfermedades humanas que aparecen cada año, tres son de origen animal, y que el 80% de los patógenos que pueden utilizarse con fines de bioterrorismo son zoonóticos. Un ciudadano de a pie no tiene por qué conocer estos datos.
Lo que no puedo llegar a entender es que los garantes de la sanidad de las personas desconozcan la realidad de nuestro sector y puedan llegar a dar respuestas tan bochornosas como la que tuvimos que escuchar el pasado 3 de abril en la rueda de prensa del Comité de Gestión Técnica del Coronavirus en España. Si puestos tan relevantes de la Sanidad de nuestro país no sabrían decir por qué es importante la presencia de veterinarios dentro de los comités de crisis que velan por la salud de las personas, definitivamente, algo no está funcionando como debería.
Al leer la carta del Dr. Antonio Arenas me tomé la licencia de compartirla en un formato de vídeo en mi canal de YouTube, porque creo que la divulgación veterinaria es un buen camino para dar a conocer la realidad de la profesión. Si algo no se conoce es imposible que sea valorado.
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