La pandemia de la COVID-19 está creando una presión sin precedentes sobre los servicios de salud pública en todo el mundo. Esta situación requiere un enfoque colaborativo multidisciplinario para minimizar el impacto de este virus que se propaga rápidamente.
Así, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en inglés) señala que “los servicios veterinarios pueden apoyar a los servicios de salud pública para satisfacer el aumento extraordinario de la demanda de pruebas de diagnóstico de muestras humanas para SARS-CoV-2 poniendo a disposición equipos y laboratorios veterinarios”.
En algunos países, los servicios de diagnóstico de laboratorio humano están en su máxima capacidad y, como alternativa, se está solicitando a los laboratorios veterinarios que brinden apoyo, como es el caso del laboratorio de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.
Los laboratorios veterinarios están bien posicionados porque tienen experiencia en garantía de calidad, bioseguridad, y pruebas de alto rendimiento para la vigilancia y el control de enfermedades infecciosas en animales, algunas de las cuales son zoonóticas.
Además, los Servicios Veterinarios pueden proporcionar experiencia en los campos de epidemiología, evaluación de riesgos, capacitación y comunicación de riesgos.
“Las pruebas de las muestras humanas en laboratorios veterinarios deben ser parte de una respuesta coordinada de salud pública dirigida por el Gobierno, y los laboratorios que realizan diagnósticos COVID-19 deben asegurarse de que cumplan con las regulaciones con respecto a las pruebas de laboratorio de muestras humanas”, indica la OIE.
Por ello, la Organización Mundial de Sanidad Animal ha elaborado una guía de alto nivel no prescriptiva que tiene como objetivo apoyar a los servicios de salud pública al proporcionar una lista de consideraciones claves para analizar muestras humanas para el virus del SARS-CoV-2 (el agente causante de COVID-19) en laboratorios veterinarios. En dicha guía han intervenido los españoles Marisa Arias, Jovita Fernández Pinero, Miguel Ángel Jiménez-Clavero y Gonzalo Pascual del Centro de Investigación en Sanidad Animal.