La Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA, por sus siglas en inglés) ha querido aclarar el manuscrito que mostró que gatos y hurones son teóricamente susceptibles a la infección por SARS-CoV-2 basados en la unión a receptores in vitro.
Los datos de modelos experimentales de infección por SARS-CoV-2 en gatos, hurones y otras especies han comenzado a aparecer en la literatura y una preimpresión de un modelo experimental de SARS-CoV-2 actualmente en revisión por pares ha sido ampliamente discutido en las redes sociales. En este trabajo, la infección por SARS-CoV-2 se indujo en varias especies mediante la inoculación de una dosis viral alta y algunos de los animales resultaron con infección primaria, incluidos los gatos, los que pudieron transmitir el virus a otros animales alojados en las proximidades. “Se reconocieron signos clínicos de enfermedad en algunos animales. Este tipo de trabajo nos ayuda a comprender la gama de hospedadores de COVID-19, la patogénesis, y a desarrollar modelos adicionales para estudios de tratamiento y prevención”, indican los veterinarios.
Sin embargo, los Comités Asesores Científicos y de One Health de WSAVA enfatizan que “este tipo de estudios no pueden correlacionarse directamente con lo que sucede en el campo. Lo que es más importante, todavía no sabemos si las dosis (infectantes) de SARS-CoV-2 utilizadas para iniciar infecciones primarias de gatos, hurones y perros en los estudios experimentales, se pueden alcanzar en un entorno natural, donde una persona infectada es la fuente de infección”.
También recuerdan que los Servicios de Salud Pública en todo el mundo que monitorean la propagación del SARS-CoV-2, han afirmado categóricamente que “no hay evidencia de transmisión desde los animales de compañía a las personas. Sin embargo, como se recomienda en nuestro informe, las personas que saben que tienen COVID-19, deben minimizar el contacto directo con sus animales para evitar una posible transmisión”.
En este sentido, señalan que no es necesario bañarlos y que los animales sanos que fueron expuestos, deben alojarse con un contacto mínimo con otros individuos (animales y personas) durante 14 días, mientras se recopila más información sobre prevalencia y duración de estas posibles infecciones naturales en los gatos.