La Dirección General de Tráfico (DGT) prevé 19,8 millones de desplazamientos de largo recorrido por las carreteras españolas con motivo de las Navidades.
Muchas personas viajaran con su mejor amigo, su mascota. Para velar por la seguridad de ambos, la Guardia Civil advierte que en una colisión a 60 km/h, un perro de 20 kg puede golpearte como si pesase 250 kg. Algunos estudios han señalado que “los perros sin arnés son una distracción potencial tan grave como usar un teléfono móvil”.
“Tener un perro sin sujeciones en un automóvil puede conducir a la distracción del conductor. Conocemos el vínculo entre los teléfonos móviles y la distracción en la conducción. Es probable que dar palmaditas o darse la vuelta para mirar a su perro sea igual de malo'', destaca Susan Hazel, de la Facultad de Ciencias Animales y Veterinarias de la Universidad de Adelaida (Australia).
Si aun así eres de los que no cree que sea tan grave llevar a tu mascota en el coche suelta o no agarrada adecuadamente, atento a la advertencia de la Guardia Civil.
En el vídeo se puede ver como un perro impactando con violencia contra los asientos delanteros del vehículo. Las imágenes, a pesar de no ser un perro real, son lo suficientemente impactantes para ver la peligrosidad de no llevar a las mascotas sujetas correctamente en el interior de un vehículo.
¿CUÁLES SON LOS SISTEMAS DE RETENCIÓN RECOMENDABLES?
El Real Automóvil Club de España (RACE) recomienda principalmente los arneses con doble enganche al cinturón de seguridad del vehículo. El arnés con un único enganche resulta mucho más frágil porque el mosquetón se rompe con un perro de 22 kilos. Tampoco se recomiendan las correas que se enganchan al collar del animal.
En el caso de perros de gran tamaño, lo más aconsejable es llevarlo en el maletero utilizando rejillas divisorias para que el espacio del habitáculo quede totalmente separado del maletero. “Para evitar que el animal se mueva por el espacio de carga pudiendo desestabilizar al vehículo, lo más seguro es combinar la rejilla divisoria con un trasportín adaptado al tamaño del perro”, apuntan.
Para mascotas pequeñas la alternativa más segura es el trasportín situado dentro del habitáculo, pero no en cualquier sitio. “El trasportín debe situarse sobre el suelo y detrás del respaldo de los asientos delanteros”, advierten.
MULTAS
Incumplir las normas conlleva un castigo, y en el caso del transporte de animales en un vehículo equivale a una multa de 80 euros –sin retirada de puntos- cuando viajan sin la adecuada sujeción para evitar que interfieran en la conducción.
Esta situación hace referencia al artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación y se considera una infracción leve. Concretamente el texto de este artículo dice lo siguiente:
“El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos”.
Esta misma normativa, en el artículo 3, considera infracción muy grave conducir de forma manifiestamente temeraria, y grave hacerlo de forma negligente creando una situación de riesgo, algo que un agente de tráfico de la Guardia Civil puede considerar si el animal viaja en el regazo del conductor o totalmente suelto en el habitáculo. Estos casos conllevan multas de 500 euros y seis puntos en el carnet de conducir, o 200 euros, respectivamente.