Los lechones sufren estrés cuando son destetados de sus madres y transportados a los criaderos. Cuando ocurre esto, a los animales les proporcionan antibióticos dietéticos para ayudarlos a sobrellevar la situación y evitar enfermedades.
Ahora, un grupo de científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de los EE.UU. ha investigando un aminoácido natural conocido como L-glutamina como alternativa a los antibióticos.
El estudio que comenzó en 2017 ha mostrado que los lechones alimentados con glutamina ganaron tanto peso como los tratados con antibióticos, entre otros beneficios para la salud de los animales. Pero los investigadores, liderados por el científico en animales del ARS Jay Johnson, querían intentar replicar esos resultados en una escala mayor que imitara más a fondo los escenarios de producción comercial.
El nuevo estudio, apoyado por la Industria Nacional Estadounidense del Cerdo, surgió de la necesidad de proporcionar a los productores de ganado alternativas al uso de antibióticos dietéticos como agentes promotores del crecimiento en cerdos. En EE.UU. está restringida la práctica de antibióticos debido a las preocupaciones de que la resistencia microbiana a los antibióticos podría poner en peligro su eficacia en la lucha contra la infección humana, señala Johnson.
En los ensayos a gran escala, los grupos de lechones fueron transportados a un criadero ubicado a 12 horas de donde fueron destetados para simular los tipos de estrés que experimentarían comercialmente, lo que puede disminuir la función, el apetito y el peso del sistema inmunitario de los animales jóvenes, algo de lo que los antibióticos les ayudan a recuperarse.
Durante esta fase del estudio, un grupo de lechones recibió una dieta que contenía el antibiótico clortetraciclina, otro grupo glutamina y un tercer grupo, utilizado como control experimental, nada más que pienso.
Entre los hallazgos, publicados en el Journal of Animal Science, los lechones alimentados con glutamina aumentaron de peso, al igual que el grupo de antibióticos, pero mostraron menos signos de daño intestinal por patógenos.
Además, los miembros del grupo de glutamina también fueron algo menos agresivos en los corrales con camadas mixtas que los que recibieron el antibiótico.
En comparación con el grupo de control, los lechones tratados con glutamina y antibióticos mostraron niveles plasmáticos más bajos de tumornecrosisfactoralpha, un marcador bioquímico de la inflamación y la actividad del sistema inmunitario que puede usar energía y desviarla de las necesidades de crecimiento de los animales.
Por otra parte, los científicos apuntan que la calidad de la carne de los cerdos del grupo de glutamina no fue diferente a la del grupo de antibióticos o control.