El movimiento One Health, una sola salud, vuelve a manifestarse, esta vez gracias a la similitud del cáncer de los perros con el cáncer de los humanos. El cáncer de ambos posee las mismas proteínas de identificación en sus superficies, por ello, 15 perros daneses con cáncer avanzado recibirán un nuevo tipo de vacuna terapéutica que, según prevén los científicos, los librará de la enfermedad y allanará el camino para realizar pruebas en humanos.
A diferencia de las vacunas preventivas, las vacunas terapéuticas no se usan para evitar que alguien contraiga una enfermedad, sino para apoyar un sistema inmunológico que ya está combatiendo a un invasor. Este debería engañar al sistema inmunológico de los perros para que piensen que están siendo atacados por un virus y estimular una respuesta.
El equipo dirigido por el profesor Ali Salanti, microbiólogo de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, y apoyado por el trabajo de diferentes proyectos incluidos en PLACMALVAC, busca una cura para el cáncer cervical.
Según explican, “el cáncer cervical es causado por un virus y la vacuna consiste en la envoltura del virus, conocida como cápside, que se vacía de su material genético para que sea inofensivo. La cápside es suficiente para activar el sistema inmunológico para construir defensas de por vida contra la infección”.
La mayoría de los cánceres no son causados por virus, pero ambos tienen marcadores en sus superficies, conocidos como antígenos, que hacen que el sistema inmunitario produzca anticuerpos con los que poder combatirlos. Sin embargo, el problema es que los tumores también implementan una variedad de tácticas para evadir el sistema inmunológico y, a menudo, la respuesta del cuerpo es demasiado débil para atacarlos de manera efectiva.
Si bien, Salanti y su equipo han patentado una forma de producir partículas tipo cápside a partir de proteínas, que se pueden usar para transportar moléculas como antígenos al cuerpo.
Para probar si este enfoque podría ayudar a combatir el cáncer, los expertos han recreado marcadores encontrados en tumores de cáncer de mama en ratones y los unieron a las partículas similares a la cápside. Luego inyectaron este compuesto en ratones que habían sido modificados genéticamente para tener cáncer de mama. Los sistemas inmunes del ratón respondieron como si estuvieran bajo un ataque viral, los tumores se redujeron y, en algunos casos, desaparecieron.
Esperan que este método de estimulación del sistema inmunológico pueda tener implicaciones más allá del tratamiento del cáncer. "La idea es que pudiéramos hacer que cualquier proteína pareciera una partícula similar a la cápside, entonces podríamos protegerla durante toda la vida contra cualquier enfermedad”, indica el profesor.
MALARIA
Pero para Salanti, probar que la vacuna funciona en humanos es un paso hacia otra meta aparentemente inconexa: desarrollar una vacuna contra la malaria asociada con el embarazo.
El investigador descubrió la razón por la cual las mujeres, que a menudo han mostrado resistencia a la malaria cuando eran más jóvenes, se vuelven vulnerables durante el embarazo, provocando que pierdan a sus bebés.
La malaria durante el embarazo es responsable del 15% de las muertes maternas y si no mata al feto, puede reducir su peso al nacer.
Durante su doctorado, el profesor Salanti descubrió que la respuesta estaba en la placenta, el órgano temporal que se forma entre la madre y el feto en crecimiento. El experto explica que a lo largo del lado de la madre existen unos pequeños receptores, y dispersas en la superficie de los glóbulos rojos infectados por malaria se encuentran las proteínas que está diseñadas para agarrarse a esos receptores y alterar a la placenta.
Así, el investigador piensa que, si pudiera vacunar a una mujer con esa proteína que se encuentra en la superficie de las células infectadas con malaria, podría provocar que su sistema inmunológico produzca anticuerpos que estarían listos para atacar al parásito, y así proteger su placenta, cuando ella esté embarazada.
En definitiva, Salanti espera que la nueva tecnología basada en la cápside utilizada en los ensayos con perros pueda proporcionar la respuesta.