Los últimos datos publicados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) revelan que los antimicrobianos utilizados para tratar enfermedades que pueden transmitirse entre animales y humanos, como la campilobacteriosis y la salmonelosis, “son cada vez menos efectivos”, señalan las autoridades.
El informe conjunto, que presenta los datos recopilados de 28 Estados miembros de la Unión Europea (UE) de humanos, cerdos y terneros menores de un año, confirma el aumento de la resistencia a los antibióticos ya identificado en años anteriores.
En este sentido, Vytenis Andriukaitis, comisario de Salud y Seguridad Alimentaria de la UE, alerta que "el informe publicado debe sonar, otra vez, las alarmas. Esto demuestra que estamos entrando en un mundo donde cada vez más las infecciones comunes se vuelven difíciles, o incluso a veces imposibles de tratar”.
"Entonces, antes de que las campanas de alarma se conviertan en una sirena ensordecedora, asegurémonos de que actuamos cada vez más en conjunto, en todos los países y en todos los sectores de salud pública, salud animal y medio ambiente bajo el paraguas del enfoque Una salud".
Según el informe, que se refiere a los datos de 2017, la resistencia a las fluoroquinolonas (como la ciprofloxacina) es tan alta en la bacteria ‘Campylobacter’ en algunos países que estos antimicrobianos ya no funcionan para el tratamiento de los casos severos de campylobacteriosis.
La mayoría de los países informaron que la salmonela en humanos es cada vez más resistente a las fluoroquinolonas. La resistencia a múltiples fármacos (resistencia a tres o más antimicrobianos) es alta en ‘Salmonella’ que se encuentra en humanos (28.3%) y animales, particularmente en ‘S. Typhimurium’.
En ‘Campylobacter’, se encontró que altas y extremadamente altas proporciones de bacterias son resistentes a la ciprofloxacina y las tetraciclinas. Sin embargo, la resistencia combinada a los antimicrobianos de importancia crítica fue baja a muy baja en ‘Salmonella’ y ‘Campylobacter’ en humanos y animales, y en el indicador ‘E. coli’ en animales.
"Ahora es el momento de cambiar el rumbo de la resistencia a los antimicrobianos si queremos que los antibióticos funcionen", apunta Mike Catchpole, científico jefe del ECDC. "Es particularmente preocupante cuando se trata de resistencia combinada: incluso las bajas proporciones significan que muchos miles de pacientes en toda la UE tienen opciones de tratamiento limitadas para infecciones graves", añade.
Por su parte, Marta Hugas, científica principal de la EFSA, asegura que “cuando los Estados miembros han implementado políticas estrictas, la resistencia a los antimicrobianos ha disminuido en los animales. Los informes anuales de las agencias europeas y nacionales incluyen ejemplos notables. Esto debería servir de inspiración para otros países”.