Hace unos días, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social anunciaba la regulación por ley de dos nuevas profesiones sanitarias, Trabajo Social Sanitario y Biología Sanitaria, “con efectos profesionales habilitantes que se establecerán por norma”, señalaban desde el Ministerio.
Por ley también, la veterinaria está considera como profesión sanitaria, según está estipulado en la Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias.
Por otra parte, el artículo 8 de la Ley General de Sanidad expone que “se considera actividad básica del sistema sanitario la que pueda incidir sobre el ámbito propio de la Veterinaria de Salud Pública en relación con el control de higiene, la tecnología y la investigación alimentarias, así como la prevención y lucha contra la zoonosis y las técnicas necesarias para la evitación de riesgos en el hombre debidos a la vida animal o a sus enfermedades”.
Sin embargo, la realidad que sufre el veterinario es bien distinta. En los últimos tiempos se están sucediendo constantes denuncias, por parte de Colegios Veterinarios y diferentes colectivos del sector, debido a que se les está negando la condición de sanitarios a los profesionales veterinarios.
Ahora ha sido el turno para los veterinarios que trabajan en el Gobierno del Principado de Asturias.
El presidente del Colegio de Veterinarios de Asturias, Armando Solís, ha aprovechado su reciente participación en la Comisión de Sanidad de la Junta General del Principado de Asturias para reclamar el reconocimiento como profesionales de la salud para los veterinarios en el Anteproyecto de Ley de Salud de Asturias que actualmente se está trabajando.
El presidente ha defendido el carácter sanitario de la profesión veterinaria haciendo referencia a la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, y ha explicado que los veterinarios “trabajamos en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los animales, muchas de ellas transmisibles a las personas, las denominadas zoonosis. También nos ocupamos del bienestar animal, de la salud pública, la seguridad alimentaria controlando todos los eslabones de la cadena alimentaria, desde el establo hasta la mesa, y de la conservación del medio ambiente”.
Solís, en su afán de hacer ver la importancia del veterinario en la sanidad pública, también argumentó que “6 de cada 10 casos de enfermedades infecciosas en humanos surgen de la transmisión animal”, en alusión a las cifras emitidas por el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), de las que ya se hizo eco Diario Veterinario.
Por otro lado, puso como ejemplo de la importancia de los veterinarios en la salud pública el caso de la influenza aviar de 2005. “Fue la primera epidemia zoonótica con un alto potencial de amenaza que unió a los diferentes profesionales en una red de vigilancia”, lo que dio lugar a la creación a posteriori del movimiento One Health, una sola salud.
Un movimiento que considera a la salud de las personas, animales y los ecosistemas interconectadas entre sí. “La Salud Pública no se puede entender sin la Salud Animal. El concepto ‘Una sola salud’ (One Health), apoyado por organizaciones internacionales como la OIE, la OMS o FAO, representa la mejor expresión de la actividad sanitaria del veterinario”, señalan desde la Organización Colegial Veterinaria (OCV).
Por todo ello, desde el Colegio de Veterinarios de Asturias han comunicado que han presentado alegaciones al Anteproyecto de Ley de Salud del Principado de Asturias defendiendo “la necesidad de incluir al personal sanitario veterinario dedicado a tareas de salud pública como personal del Sistema Sanitario Público del Principado de Asturias y su legítima carrera profesional y complementos remunerativos, tanto para el personal sanitario estatuario como para el personal sanitario estatuario no funcionario y para el personal sanitario laboral”, reclaman.
Por último, también defienden la inclusión de los conceptos salud pública en materia de cooperación internacional, alimentación segura y saludable en la promoción de la salud, y la prevención y protección contra las zoonosis como actuaciones en materia de protección de la salud.
PETICIONES A LA MINISTRA DE SANIDAD
Desde la Federación de Sindicatos Veterinarios (Fesvet) enviaron hace unos meses a la ministra María Luisa Carcedo una serie de peticiones para “el empoderamiento de los servicios de la veterinaria de salud pública de manera integral”.
Algunos de ellos eran “el reconocimiento real de la veterinaria como profesión sanitaria, la promoción de la Veterinaria de Salud Pública, y la incorporación y desarrollo de las competencias de la Veterinaria de Salud Pública dentro de la cartera de servicios del Sistema Sanitario Público”, entre otros.
Por ahora, parece que no han surtido efecto y el colectivo veterinario tendrá que seguir luchando por sus derechos, ya que le están apartando de las funciones de salud pública en distintas leyes de diferentes comunidades autónomas.