Los veterinarios aconsejan sobre el juego con cachorros

Mientras están con su madre, los cachorros siempre aprenden unas reglas básicas de comportamiento que les permitirán ser adultos correctamente socializados. Un claro ejemplo lo encontramos con los mordiscos. "Los hermanos de la camada se pelean y se muerden, pero cuando se hacen demasiado daño ladran, de modo que el agresor entienda que debe ejercer menos fuerza. Esto le permitirá controlar la intensidad del mordisco cuando, al llegar a adulto, juegue con su propietario o con otros de sus congéneres", informan desde el Colegio de Veterinarios de Alicante.

Este tipo de juegos, además de ejercitar los músculos del perro, tienen otras muchas funciones. Mientras que el animal disfruta jugueteando y corriendo de un lado a otro, "mejora la coordinación y el equilibrio, estimula su desarrollo intelectual, estrecha el vínculo con su propietario, aprende a interactuar con sus congéneres y otras especies de forma correcta e, incluso si tienes problemas de peso, puede llegar a superarlos".

Por otra parte, el perro también empezará a descubrir el entorno, de modo que logrará familiarizarse con objetos poco habituales y al crecer no reaccionará de forma negativa frente a los nuevos estímulos. "Peluches, pelotas, cuerdas u objetos para perseguir con o sin sonido, además de entretenerles les preparan para lo que se puedan encontrar cuando maduren", señalan los expertos.

LOS JUGUETES MÁS ADECUADOS

La zapatilla, el calcetín o la alfombra no son juguetes apropiados para los animales, "lo que una vez hace gracia puede convertirse en un comportamiento repetitivo que canse y que el propietario resuelva con el abandono", aseguran. Los animales deben aprender desde el principio a diferenciar entre sus juguetes (aquellos objetos que pueden morder, arrastrar o arañar) y el resto de elementos de la casa que no se pueden tocar. En el mercado existen juguetes de formas y texturas completamente diferentes que harán las delicias de las mascotas.

Algunos de ellos están pensados para que el animal se entretenga mientras esté solo. Sin embargo, los juegos que comparta con el propietario siempre serán los más enriquecedores para ambos.

En cuanto a los juguetes que más atraen a los felinos, los expertos explican que los más aconsejables son los que hacen ruido, los que cuelgan de una cuerda o los que se desplazan. A veces algo tan simple como la luz de una linterna que simule el movimiento de una presa, o pompas de jabón, pueden proporcionar mucho entretenimiento al animal. 

CÓMO JUGAR CON ELLOS

Hay que tener en cuenta que siempre debe ser el propietario el que inicie y termine las sesiones de juego, para que el animal sepa quién es el líder, además de repartirlas a lo largo del día, indican los veterinarios.

Por otro lado, "no se deben utilizar juguetes con partes pequeñas o que se desprendan con facilidad, ya que se las podría tragar. Los palos o piedras que se encuentran en los paseos diarios tampoco son buenos juguetes, ya que además de desgastar los dientes del perro, se los podrían tragar con el consiguiente perjuicio para el animal", advierten.

Los juguetes que sí vayan a utilizar, deben ser renovados con cierta frecuencia, para así evitar que el animal pierda el interés, revisándolos cada cierto tiempo y desechando los que ya estén rotos o desgastados.