Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EEUU) han encontrado una prevalencia muy alta de la bacteria Bartonella en tumores y tejidos, pero no en muestras de sangre, tomados de perros con hemangiosarcoma, un cáncer de los vasos sanguíneos. El estudio respalda aún más la conexión entre la infección persistente y algunos tipos de cáncer y se suma a la evidencia de que Bartonella puede permanecer y prosperar, sin ser detectada, dentro del tejido.
El hemangiosarcoma (HSA) es un cáncer agresivo y mortal que surge de las células que recubren los vasos sanguíneos. “Es responsable de dos tercios de todos los tumores cardíacos o esplénicos en perros, y es más común en perros medianos y de mediana edad. Generalmente no puede diagnosticarse sin una cirugía mayor abdominal, la mayoría permanece sin ser detectado hasta que alcanza una etapa avanzada, lo que resulta en una tasa de supervivencia a un año de 12 a 20%”, indican.
“Existen claros precedentes para la participación de infecciones bacterianas en el desarrollo de tumores”, señala Ed Breitschwerdt, profesor en la Facultad de Medicina Veterinaria del Estado de Carolina del Norte y autor correspondiente de un artículo que describe el trabajo. “Dados los vínculos establecidos entre la inflamación crónica y el cáncer, queríamos determinar si la infección crónica de los vasos sanguíneos debido a bacterias podría ser una causa contribuyente de este cáncer”, agrega.
Breitschwerdt y sus compañeros analizaron muestras de tejido tumoral, tejido no tumoral y sangre de 110 perros con HSA de todo EE. UU. Examinaron tanto los tejidos como la sangre para detectar Bartonella, Babesia y Mycoplasma, tres bacterias asociadas específicamente con infecciones de la sangre.
El ADN de Bartonella se amplificó y secuenció en 80 de los perros con HSA: estaba presente en el 34% del tejido tumoral y el 63% del tejido no tumoral, pero no apareció en ninguna de las muestras de sangre. El ADN de Mycoplasma solo se amplificó en 5 de los perros y no se detectó Babesia en ningún perro.
"La investigación en los últimos años ha confirmado que la infección persistente o la inflamación causada por agentes patógenos sigilosos son un factor de riesgo para desarrollar cáncer más adelante en la vida", apunta Breitschwerdt.
"Bartonella es un patógeno sigiloso: puede 'esconderse' en las células que recubren las paredes de los vasos sanguíneos, lo cual es parte de lo que hace que sea tan difícil de detectar", asegura el experto. “Este trabajo agrega más evidencia a la conexión entre la infección y el riesgo de cáncer, y demuestra que las pruebas moleculares de muestras de sangre completa no descartan la presencia de este patógeno en los tejidos. Se necesitan estudios futuros para investigar si la infección por Bartonella puede ser una causa de HSA”.